Cuando el hombre empezó a experimentar con el uso de la
energía, y a construir dentro de su cuerpo etérico ciertas formas de distorsión
e impurezas de esencias, el elemental del cuerpo se confundió porque el patrón
estaba distorsionado. De acuerdo a su característica básica, la cual consiste
en manifestar la forma en la que fija su atención, obedientemente empezó a
copiar y construir las distorsiones en la forma de carne.
Después de centurias de empeño por producir el Santo Ser
Crístico a través de la sustancia provista
por la corriente de vida en el cuerpo etérico, y el tremendo esfuerzo
adicional de trabajar contra los apetitos y pasiones que el individuo
desarrolló cuando cayó de la Pureza y la Gracia, el elemental del cuerpo pronto
desarrolló una antipatía por la corriente de vida con la que estaba forzado a
trabajar. De allí que el elemental del cuerpo dejó de ser un ayudante
cooperador y amoroso, obstaculizando a menudo los proyectos y designios del
individuo.
Cuando los Señores del Karma llamaban de nuevo a la
corriente de vida que iba a encarnar, ésta usualmente aparecía en su cuerpo
etérico, en el cual están registradas todas las experiencias pasadas, no sólo
en la Tierra sino también en los Ámbitos Internos entre encarnaciones. Si los
individuos van a prestar un gran Servicio a la Vida, los Señores del Karma a
menudo le permitirán a los constructores
Dévicos de la forma dar un entrenamiento adicional al elemental del cuerpo,
atrayéndolo a un a esfera de actividad Superior en los Niveles Internos, antes
de que el alma sea convocada a encarnar. El patrón para el nuevo cuerpo es
determinado por el karma y lo que el alma ha logrado en vidas pasadas,
determina la nueva apariencia del cuerpo, confort y eficacia para el alma. Esto
limita la elección de los ropajes de la corriente de vida entrante. Si muchos
de los registros etéricos son de
naturaleza destructiva, esto causará una distorsión en la forma física.
El elemental del cuerpo también es citado en este momento, y
a menudo que suscita una verdadera “escena”, porque el elementa, con todo
derecho, rehusa usar su energía para moldear y formar un cuerpo tan
distorsionado como el cuerpo etéricode su socio en este largo viajes. El Ser
Crístico de la corriente de vida también asiste, y el elemental del cuerpo es
calmado por Su Presencia y ofrecimiento de apoyo. Luego, la sustancia que el
alma ha cargado con su energía, pura o de otra forma, se le da al elemental del
cuerpo para tejer dentro de la nueva forma física. Aquí, nuevamente, está
bastante reticente a tomar dicha sustancia impura, y donde sea posible, salva
“lo mejor” de los elementos para el exterior, poniendo la sustancia impura
dentro de la forma.
Si en la encarnación subsecuente el estilo de vida del individuo
sigue abusando de sus cuatro cuerpos inferiores por las malas comidas, carne,
exceso de azúcar y sal, malos hábitos, fumar, bebidas alcohólicas, hábitos
formados por las drogas, pensamientos, sentimientos y acciones inarmoniosas, el
elemental del cuerpo se encontrará con una oposición constante a sus esfuerzos
de copiar y exteriorizar la perfección del Ser Crístico. La relación del individuo con el elemental del cuerpo
puede deteriorarse hasta el punto en que el elemental se torna abiertamente
antagónico. Esto puede resultar en la desintegración temprana de las funciones
del cuerpo físico, resultando en enfermedades tales como el cáncer.
Cooperación necesaria con el elemental del cuerpo
Un gran amor, gratitud y entendimiento a tu elemental del
cuerpo crea una afinidad entre éste y la forma física.
Recuerden que el elemental del cuerpo hace latir el propio
corazón, activa el sistema nervioso, y cuida de las funciones apropiadas de los
órganos de la forma física, y es usualmente condenado cuando cualquier parte
del vehículo físico deja de funcionar apropiadamente. La verdad es que el uso
destructivo del libre albedrío por los incontrolados vehículos, emocional,
mental, etérico y físico del alma, crean un caos en el vehículo físico y en el
mismo le elemental del cuerpo sirve constantemente reparando tal daño.
Cuando el individuo llega a un punto de comprensión, y se
esfuerza en vivir por la Leyes de Pureza y Abstinencia de esas actividades que
acaban con la estructura de la forma física, se da inicio a una nueva
asociación y amistad entre el individuo y el elemental del cuerpo. Esto, no
obstante, no se construye en cuestión de un instante, porque las centurias de
abuso y uso descuidado del templo, creado y sostenido por este elemental, no se
olvidan fácilmente. Entonces, el elemental del cuerpo también debe esperar que
la envoltura etérica, sea purificada, lo cual forma su patrón. Cuando este
cuerpo etérico ha sido mantenido en el fuego Sagrado de la Llama Violeta,
vuelve a tomar su patrón de Luz del Ser Crístico, el elemental del cuerpo puede
rápidamente retratarlo en la carne.
Recuerden que la misma sustancia que compone la forma
física, tejida del cuerpo etérico, ha sido utilizada una y otra vez en
encarnaciones sucesivas, y ésta también requiere purificación para elevarse en
acción vibratoria y emitir luz. Verán, por consiguiente, la necesidad del uso
de la Llama Violeta y la acción de la llama de la Pureza Cósmica, cuando esto
se entienda y aplique conscientemente, tendremos de nuevo algo se esos “cuerpos
duraderos”, que absolutamente no guardan registro de enfermedad, desintegración
y finalmente muerte.
El Mahá Chohán ha dicho: “la Paz, la Unidad, la Armonía y la Comprensión entre
los propios miembros (cuerpo, mente,
alma, personalidad y Ser Divino) son esenciales para la ecuanimidad y el
progreso en el Sendero”.
El pelear con el elemental del cuerpo es inútil.
Consentirlo
es perderlo.
Conocerlo en la dignidad madura del amo de la casa, cuando le es
requerido dirigir a su personal inmediato es sabiduría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario