viernes, 15 de abril de 2016

La energía de la abundancia monetaria


YO SOY Padmasambhava. 
Ya he venido antes. Y todos ustedes tienen la oportunidad de conocerme. Cuando yo estaba encarnado en la Tierra, vine con la misión de revivir la Enseñanza dada por Gautama Buda. Desafortunadamente, en el mundo de la gente, pasan cosas de tal manera que tan pronto como el Maestro con logros espirituales y que está apoyado por las Fuerzas Supremas hace su transición de esta vida, la gente empieza inmediatamente a exagerar la Enseñanza que se dio. Y su tiempo no es la excepción, al contrario, todo ha sido acelerado aún más. Y todos se han empezado a considerar a sí mismos como grandes maestros y proporcionan sus propias enseñanzas. Esto nunca ha sido posible en épocas pasadas, pues la gente había sido muy bien informada acerca de la Ley del Karma. Además, sólo tenían acceso al conocimiento y a la cultura aquellos que podían hacerlo debido al poder de su origen. Por lo tanto, su tiempo es muy complejo. Y literalmente, en cada esquina se encuentran aquellos que se auto declaran gurús y que proporcionan su enseñanza. Es una lástima que no se les haya enseñado la ley del Karma desde su niñez. Cada palabra que no corresponde a la Verdad Divina y que viene de la boca de aquellos que se auto declaran maestros espirituales, requerirán trabajar kármicamente en el futuro. Hay demasiadas cosas en su mundo que hubieran podido estar en orden, de una manera diferente, si la gente estuviera más informada acerca de la Ley del karma o la Ley de la retribución. Esta es una Ley básica que existe en el universo. Y es una lástima que esta ley no esté siendo enseñada en ninguna escuela primaria ni superior. Cuántas cosas en su mundo hubieran podido ser de otra forma si la gente recordara constantemente la Ley del karma o retribución. Cuántos problemas se hubieran prevenido si la gente no fuera tan ignorante. Cuando yo estaba encarnado, la Ley del Karma era uno de los temas más importantes que enseñaba. Era difícil para mí también, ya que había muchas personas que pensaban que tenían logros espirituales, pero en realidad lo que ocurría es que sus logros espirituales estaban basados en su deseo de servir a su ego y a hacer a otras personas servir su ego. Así es de sutil el límite entre las cosas de su mundo. Y si al menos una parte de los esfuerzos que realizan para obtener satisfacciones de la vida fueran dirigidos hacia el aprendizaje del funcionamiento de la Ley del Karma, entonces su vida cambiaría muy rápidamente. Por ejemplo, sé que muchas personas piensan en estafar a otras personas. Retuercen sus manos de felicidad al pensar que han estafado a sus semejantes y han puesto unos cuantos billetes más en sus bolsillos. Les parece que han sido diestros y creativos. Sin embargo, en realidad han estafado y han mostrado codicia. Si pudieran seguir las consecuencias futuras que su acto tendrá, correrían a buscar a la persona a la que han estafado y tratarían de poner en su bolsillo todo el dinero que tienen. El dinero es una manifestación de la energía Divina en este plano físico. Y en la manera en la que manejen el dinero demuestra la manera en la que manejan la energía Divina. Es muy común entre los maestros espirituales, los verdaderos maestros espirituales y no aquellos que se hacen llamar así, el método de darle dinero al discípulo y ver cómo lo maneja. De acuerdo a cómo la persona maneja el dinero, puede verse cómo maneja su energía Divina. Si el discípulo ha estado robando dinero o parte de él, o si lo ha estado gastando irracionalmente, inmediatamente era expulsado del discipulado. El Maestro carga sobre sí el bagaje kármico de sus discípulos, por lo tanto, todos los discípulos son revisados con respecto a sus cualidades negativas. El individuo nunca puede convertirse en discípulo mientras que tenga deudas kármicas en el mundo. Les diré esto en su lenguaje. Estas pueden ser deudas monetarias, créditos, deberes con su esposa o esposo, deberes con sus hijos con respecto a su educación y crianza, hasta el momento en el que sean capaces de vivir independientemente, y otras obligaciones hacia la sociedad y su prójimo. Todas sus deudas hacia la sociedad y los individuos deben ser pagadas completamente si tienen una intención seria de avanzar en el sendero espiritual. La gente sabia trata de no crear deudas aún cuando viva una vida ordinaria. Al contrario, tratan de actuar de manera que a ella se le deba, ya que entiende muy bien la Ley del Karma aún a nivel subconsciente. Y su deudor será forzado de una forma u otra a regresar su deuda kármica, si no es en esta vida, será en las próximas. La ley del karma actúa a la perfección. Probablemente estén sorprendidos de que algunas personas no hacen esfuerzos significativos, pero el dinero llega solo a ellos. El secreto es simple: en vidas anteriores ellos han tenido una actitud correcta hacia la energía monetaria. Mientras que otras personas, no importa los esfuerzos que hagan para ganar dinero, no pueden. Todo esto se expresa en que ellos no han pagado sus deudas o han estado robando el dinero de otros. Hay otro aspecto acerca del gasto de la energía monetaria. Este ha sido conocido a través de los siglos. Cuando gastan el dinero en una buena acción, se les regresa diez veces más de vuelta. Es una pena que no tengan acceso a los registros Akáshicos para saber cómo actúa esta ley, ya que la recuperación del dinero no siempre ocurre en una vida. Debo mencionar también el caso en el que se da dinero como un acto desinteresado. Los sacrificios de caridad se parecen mucho a la oración. Entre más desinteresadamente sacrifiquen su energía, más dones reciben en el futuro. Recuerden, no son ustedes con su trabajo los que ganan el dinero, el dinero se los proporciona Dios. Por lo tanto, es inútil esforzarse por ganar dinero, como de la misma manera es inútil tener como objetivo la adquisición de diferentes objetos en su mundo. Tratan de sustituir la ausencia de Dios en su alma con el objetivo de adquirir objetos y satisfacciones. Cuando Dios se establece en sus corazones, entonces no necesitan nada más. Sienten una completa satisfacción y Dios los cuida. Entiendo que esas cosas ordinarias de las que hablo hoy son muy complejas de entender, ya que el mundo está al revés. Y las verdades ordinarias no son accesibles para muchos de ustedes. 
YO SOY Padmasambhava