martes, 2 de marzo de 2010

Rosa de Luz


Rosa de Luz



Amados Corazones de la Rosa de mi Corazón:
He venido, la Rosa de Luz que Dios ha llamado para ser la fragancia del amor para el mundo y sus habitantes. La fragancia de mi corazón es una realidad tangible del amor de Dios manifestado para vosotros; porque esta fragancia habla de la suavidad, la bondad y la gentileza que nosotros deseamos traer a un mundo que ha sido esclavizado por su dureza de corazón, lo que es la antítesis del amor de Dios por vosotros.
El amor de Dios se escucha en la brisa, en la ondulación de las flores por el viento y en los suaves sonidos de los pájaros y las abejas que vienen a participar de la esencia de las rosas, lo que glorifica a Dios con la dulce tranquilidad de su expresión de amor. Todas las criaturas de Dios expresan el amor Divino, así como las fuerzas elementales de la naturaleza son la representación de las complejidades y también de las simplicidades del corazón de Dios, un auténtico tapiz de belleza nacido de las ideas de la Mente de Dios. De este modo, cuando seáis capaces de percibir los efectos calmantes de la naturaleza, seréis rejuvenecidos por la rosa de mi corazón y por lo tanto, por el corazón de Dios.
Vengo a tranquilizar a la Tierra. Vengo a calmar vuestros corazones, a veces cargados por la preocupación de vivir en un planeta que no es natural para muchos de vosotros, porque estáis más familiarizados con los amaneceres y atardeceres de Venus, de donde muchos de vosotros vinisteis con Sanat Kumara y Lady Venus. La exquisitez de la cultura de Venus es lo que deseáis ver aquí en la Tierra; por lo que muchos de vosotros tenéis el profundo deseo de rodearos de belleza como un recuerdo de vuestro hogar estelar, al cual vuestra alma quiere regresar. Yo vengo a traer una cierta esencia de Venus a vosotros ahora en este día del rayo rosa de la expresión del amor; pues en vuestros procesos y vuestro diligente servicio a la luz, habéis obtenido un alivio temporal de las presiones que abruman vuestro corazón, causando una carga que Dios quitará de vosotros en esta hora.
Inhalad ahora la esencia de la fragancia de mi corazón, porque he destilado dentro de esta fragancia el amor de vuestros amigos de Venus, quienes envían su amoroso apoyo para el cumplimiento de vuestra misión, para que podáis regresar a vuestra morada y vivir con ellos. Podéis invocar esta destilación de su corazón a cualquier hora cuando sintáis el peso del karma del mundo, el que no es verdaderamente vuestro karma, sino el que habéis prometido cargar en beneficio de las almas de la Tierra, quienes desean también conocer el amor del corazón de la Madre.
Os sugiero, que coloquéis en vuestro santuario un ramo de rosas—ya sea de rosas frescas, o de seda, como un recuerdo de mí y de la gentileza que yo traigo. Y cuando uno de vuestros pintores pueda crear una representación mía con esos suaves colores pastel rodeando mi forma, mientras las rosas de luz extienden mi aura hacia vosotros, yo usaré ese foco de una mayor manera para ofreceros mi asistencia y consuelo.
Amados, Dios os ama más de lo que os imagináis. Y todo ser ascendido desea que sepáis cuán cerca estamos de vosotros cuando necesitáis nuestro amor y nuestra presencia para curar las heridas, los dolores y las penas de vivir en vuestro planeta. Hemos caminado donde vosotros habéis caminado, y por la gracia de Dios hemos decidido caminar con Dios hacia la luz mediante la comunión íntima con el corazón de Dios, el cual es verdaderamente una magnífica rosa de pulsante amor que abarca y bendice la creación entera con la esencia de Su Ser.
Estoy aquí para ayudaros, amados. Yo estoy lista para enviar rosas de mi corazón. Llamadme, así como a la amada Santa Teresa y a vuestra bendita Nada, porque nosotras tres trabajamos juntas para enviar rosas del cielo como un ramo floral a todo el que necesite consuelo, especialmente en el momento de la transición de vuestros seres queridos. Que vuestro corazón sea alentado con nuestro amor.
Tiernamente he venido. Tiernamente regreso a meditar en el amor de Dios. Espero que podáis acompañarme en mis meditaciones en el corazón de Dios, porque juntos continuaremos tejiendo esa guirnalda de luz que ni Dios mismo puede resistir. Y cuando Él aspire la esencia de nuestro amor, Él sabrá que hay esperanza para llevar a cabo Sus planes de salvar la Tierra. Sí, Él os necesita, amados, para llegar a la meta final mediante el amor.
Yo os amo con un amor que no se disipará, porque las siemprevivas de mi corazón están siempre frescas, siempre retoñando, siempre radiantes con mi amor por vuestra alma. Recibid estas siemprevivas, amados, y uniros a mí como rosas inmortales en el ramo de Amor de Dios.
Os bendigo y os sello. Yo Soy Rosa de Luz, vuestra Madre de eterno amor.