miércoles, 13 de julio de 2016

Vida y Ascención del Maestro El Morya



El Maestro Ascendido El Morya, de origen mercuriano, quien ha servido en numerosas encarnaciones como Rey, hombre de Estado, ejecutivo legislador de hombres, monarcas y naciones, comprometido activamente en el servicio a la luz, ha hecho énfasis en su legado más importante y esencial: inspirarnos a vivir una obediencia iluminada a la Voluntad de Dios.
Como Abraham, descendiente de una familia de sacerdotes de sangre real, antiguo patriarca progenitor de las doce tribus de Israel, fue considerado el fundador de todas las religiones y el prototipo del hombre de fe quien dejó sus tierras y viajó a otras desconocidas, que Dios le había prometido que heredaría, para convertirlas en una gran nación. Como aporte de los numerosos profetas que vinieron a despertar la conciencia de la humanidad, Abraham nos enseñó a soltar todos los dioses externos y dirigirnos hacia la única fuente inagotable del Yo Soy de cada uno.
El Morya, quien encarnó varias veces como un rey, fue Melchor, uno de los tres Reyes Magos que siguieron a la Estrella de Belén para llegar a Jesús –el que cumpliría todas las promesas de Dios para sus descendientes espirituales– junto a los sabios de Oriente, Gaspar y Baltazar –encarnaciones de Kuthumi y el Maestro Tibetano Djwal Khul–.Otra vez mostró su fe y la obediencia a la voluntad de Dios, que lo impulsó a buscar al Cristo en sus siguientes vidas.
Reaparece en el siglo V como Arturo, rey de los británicos, quien haciendo uso del correcto poder de la voluntad divina, “poder para la justicia y defensa de la Verdad”, convierte a Camelot en un lugar idílico de igualdad, justicia y paz, donde para proteger las sagradas enseñanzas de Cristo convoca a los Caballeros de la Mesa Redonda para buscar el Santo Grial, del cual se decía que tenía poderes curativos y regenerativos, pero que no es otra cosa más importante que el descubrimiento interno del Yo Superior, el verdadero autoconocimiento.
Estuvo asistido por un gran Maestro Ascendido, Saint Germain, quien aparecía como el rayo de Merlín, con su vibración, videncia y magia, conocía los secretos de la juventud y de la alquimia y aconsejaba y ayudaba al rey Arturo a establecer el reino de Britania, una fortaleza en contra de la ignorancia y la superstición.

En el siglo XII, como Tomás Becket, Canciller de Inglaterra y arzobispo de Canterbury –por su atención a los detalles del Estado y de la Iglesia–,defendió el honor y la integridad de Dios en múltiples desafíos,cumpliendo a cabalidad el cargo religioso, pero cuando se negó a hacer lo que Enrique II le pedía fue asesinado mientras oraba en la catedral.
Tomás Becket fue convertido en mártir y tras una serie de milagros que según se contó habían ocurrido en su tumba, fue canonizado en febrero de 1173.
Nuevamente, como Tomás Moro en el siglo XV, sirve como conciencia y consejero principal del rey inglés Enrique VIII –encarnación de Enrique II, dos veces nacido como rey, quien lo elevó dos veces al cargo de Canciller y dos veces lo martirizó por haber obstruido sus ambiciones–. En esta ocasión se rehusó a apoyar el divorcio del rey pues era un defensor de la Iglesia católica y antes de ser decapitado mencionó que no podía ir en contra de su conciencia, que moría como “buen Siervo del Rey, pero de Dios, primero”. Escribió el famoso libro Utopía. Fue canonizado en 1935.
La coincidencia de vidas de Tomás Becket y Tomás Moro es extraordinaria. Ambos fueron favoritos del rey que amaron más a Dios que a su rey. Tomás Becket dio su vida para salvar a la iglesia inglesa de la agresión real; Tomás Moro dio la suya en un vano esfuerzo por preservarla de mayores agresiones.
Después de solo siete años, El Morya encarnó como Akbar, el más grande de los gobernantes mogoles. Su imperio se extendía sobre gran parte de la India, Afganistán y el Pakistán actual. A pesar de su riqueza y poderío, tenía costumbres modestas, comía poco y se abstenía de comer carne seis meses al año y prohibía la matanza de animales durante ese período. Era amigo de la gente común y trataba a todos con igualdad,independiente de la raza y de la religión, pues no solo quería traer a su pueblo prosperidad y paz sino que deseaba elevarlo a una espiritualidad más elevada. Como era tolerante con todas las religiones, se tomó siete años para estudiar a fondo las enseñanzas y ceremonias de cada una y concluyó que todas tenían limitaciones y prejuicios y quiso reunir lo mejor en una sola, pero sus súbditos estaban demasiado apegados a sus creencias. El Imperio cayó en decadencia después de su muerte en 1605.
La última vida de El Morya fue como El Morya Khan, príncipe rajput de la India al final del siglo XIX. Con sus compañeros íntimos, el Maestro Kuthumi y Djwal Khul El Tibetano, se encargó de los dos fundadores de la Sociedad Teosófica, Mme. H.P. Blavatsky y el coronel Henry Steele Olcott, entrenándolos y guiándolos en la fundación de lo que iba a ser la primera de varias presentaciones de la Sabiduría Eterna y las enseñanzas de la Jerarquía cósmica para la civilización occidental, –la energía unificante que eventualmente traerá paz y entendimiento al mundo–.
El Morya dejó este mundo en 1898 y ascendió para prestar un mejor servicio a la Humanidad.
Todas estas vidas adquiriendo maestría en la esencia de la voluntad de Dios, le calificaron para desempeñar el cargo de Señor del Primer Rayo, el Rayo Azul, que representa la Voluntad de Dios, la Fe, la Fuerza, el Poder y la Protección.
Es el rayo de los atributos divinos del valor, la certidumbre, el poder, la franqueza, la confianza en uno mismo, la fiabilidad, la fe y la iniciativa, del poder divino y el liderazgo, por ello los ejecutivos y los gobernantes están bajo este Rayo Azul, así como también las actividades y asuntos gubernamentales. Está fuertemente asociado con el chakra de la garganta, el centro de poder de nuestro ser espiritual, y la energía de la expresión honesta y creativa; los seres encarnados del rayo azul van a manifestar debidamente la palabra divina en obra divina.El Maestro El Morya, junto a su complemento Lady Miriam; el arcángel san Miguel –guardián de la Fe y protector contra el mal, que ayuda a los seres humanos a combatir el miedo a decir la verdad– y Fe, el Elohim Hércules y su complemento divino Amazonia, nos acompañan para permitirnos desenvolver toda la fortaleza que necesitamos para enfrentar nuestras dificultades, todas las situaciones complicadas de cada día, y nos otorgan el VALOR necesario para enfrentar los problemas cotidianos y las vicisitudes de la vida diaria. Su día de manifestación es el domingo.
El Morya está a cargo del Templo de la Voluntad Divina en Darjeeling, India. La Llave tonal del Templo es Pompa y Circunstancia de Elgar. Su Llave tonal personal y la de su rayo gemelo es Panis Angelicus.
El Morya fue instructor y patrocinador de los mensajeros, Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, y fundador de The Summit Lighthouse. En 1958 llamó a Mark L. Prophet para que diseminara las Enseñanzas de los Maestros Ascendidos® como Perlas de Sabiduría® publicadas por el Summit Lighthouse, organización que recientemente había sido fundada.
Con Saint Germain y la Madre María, también entrenó a Elizabeth Clare Prophet, como su Mensajera. Ella llevó la llama de la Madre del Mundo y el Estandarte de Maitreya, y continuó la tradición de los Iniciados y de la Escuela de Misterios en Summit University.
El Morya y Kuthumi nos explican el atributo del trabajo espiritual de los tiempos nuevos y que cada uno deberá atender a su debido tiempo:
“En el plano de la Tierra se hallan disponibles las enseñanzas que se corresponden con los distintos niveles de conciencia que han transitado los hermanos que la porción espiritualmente despierta de la Humanidad identifica como maestros ascendidos…
Cuando un Ser Humano manifiesta intención de búsqueda espiritual reiterada y sostenida, es “detectado” por los seres y entidades que tienen la responsabilidad de monitorear tales eventos en la Tierra y el símbolo de un ojo luminoso es puesto sobre el lugar que ocupa este Ser Humano en el mapamundi de la Humanidad. De esta manera comienzan a mirarle de cerca, porque usted ha atraído la atención de las amorosas energías que buscan “señales de vida espiritual” en la Tierra. Una vez “le han echado el ojo” el Ser Humano forma parte de un grupo que es atendido diligentemente desde este lado del velo, hasta que son configurados en su anatomía energética los fundamentos que más adelante –si así lo quiere- le permiten seguir construyendo su “templo interior” en esa vida. Por lo general encontrará y conocerá personas en su misma condición, lo que le anima a continuar hacia delante y le ayuda a sentirse en compañía y a entender que no está solo…
Nadie puede decirle a usted que nuestra presencia en su vida es cierta y tampoco nadie puede asegurarle que nuestra presencia no es una certeza. Eso es algo sobre lo que solo usted puede discernir entrando a su centro corazón y centrando su atención en el Ser que verdaderamente usted Es”.
Invoquemos entonces la llama azul para estimular la Fe, para lograr Protección, para hallar fortaleza y alcanzar las virtudes propias del rayo azul: Ternura, humildad, simpatía, tolerancia y paciencia.