viernes, 21 de enero de 2011

¿ Cuál será nuestro maestro ?

                                         

La Ley que gobierna la evolución de la raza requiere que el conductor de la Verdad, del Mensaje, de la Palabra, sea una conciencia que habita en la esfera y ámbito en que la radiación habrá de dispensarse. 
Así, de tiempo en tiempo se han preparado Avatares y han descendido en cumplimiento con la Ley.
Y mientras han habitado en los ámbitos inferiores, a través del empeño individual auto-consciente, han tenido la habilidad de mantener su conciencia en el Ámbito Superior.
Desde estos Ámbitos, ellos han recibido la Verdad mayor, el conocimiento y el consejo de Seres Superiores que allí se encuentran, lo cual no está accesible a la mente consciente e inteligencia de los moradores de los ámbitos inferiores.
Las Siete Esferas, que conforman el aura de la Deidad (v.g. Helios y Vesta), se ciñen a esta Ley Cósmica; y los Devas, los Ángeles, los Maestros y los elementales en cada esfera, actúan como conductores para las ideas, las bendiciones, la radiación y la vertida en general de las inteligencias en la Esfera de la Voluntad de Dios a la periferia del universo.  
La humanidad en masa también depende de la preparación y presencia de estos conductores, quienes se adentran entre los seres humanos con el propósito específico de hacer disponible la Verdad, la radiación, el consejo y la presencia de hecho de la Jerarquía Guardiana y sus Inteligencias asistentes en los Reinos Angélico y Elemental. El libre albedrío le permite a cada hombre aceptar o rechazar tal servicio, y la evolución de la conciencia individual depende en gran medida de la habilidad de la corriente de vida para utilizar y aceptar en general el servicio que, de esta manera, se le ofrece. El libre albedrío es igualmente la medida del individuo que sirve de esa manera y que, debido a que el karma de dicho servicio es pesado, no se ofrece muy a menudo o, si de ofrecerse, no se sostiene durante un período muy largo. 
 Los chelas tienen libre albedrío dado-por-Dios para proceder a lo largo de la línea de sus evoluciones individuales, obedeciendo a los "  soplos"  de sus propios corazones internos, la comunión que dirige su curso y, en todo momento, deberían ser estimulados a desarrollar y expandir esta Dirección Divina que viene de adentro.
Sin embargo, para la gran obra de la Jerarquía, se requiere más que el limitado desarrollo de la corriente de vida del chela promedio, a fin de concientizar la conciencia externa de los empeños actuales de la Gran Hermandad Blanca, y los medios y maneras por los cuales cada unidad podrá cooperar, mezclando los talentos, energías y dones en general de su propio mundo con el todo cooperativo. Es para quienes desean dispararse directamente hacia la cima del Monte del Logro que siempre tratamos de encontrar un medio y manera de comunicación, mediante el cual podamos hacerle llegar cierta instrucción que puede (sin ser obligación) acelerar Nuestros planes y, de ser necesario, acelerar igualmente el progreso individual del estudiante. 
Distintos Maestros utilizan métodos distinto de instrucción, cada uno vertiendo la radiación de Su propia conciencia al chela a través de Su conexión con tal estudiante. Nunca se requiere que ningún chela continúe bajo la agotadora presión de aquellos de Nosotros que representan la Voluntad de Dios y que no pueden suavizar esa Voluntad para acomodarse a ninguna opinión personal. A estas personas, les recomiendo que soliciten la instrucción más suave de Mi hermano Saint Germain, del amado Kuthumi o del bendito Veneciano. En cuanto a Mí concierne, siempre seré directo, franco y quizás incómodo, si bien honesto y amoroso con todos.  
Los chelas y la humanidad generalmente profesan desear conocer la Voluntad de Dios. Sonrío ante su temeridad, sabiendo muy bien que la Voluntad de Dios sólo es bienvenida cuando se acomoda dentro del angosto compás de su razón, de la pequeña medida de su juicio que confirma la Verdad, y de los sentimientos mitigados al encontrar que dicha Voluntad le resulta placentera a la personalidad. Entonces, a los desventurados transmisores de esa Voluntad se les exime de las tremendas explosiones de rebelión y resentimiento que surgen de las almas rectas.
La presentación de la Ley sobre la plataforma, a través de la literatura o por cualquier medio que pueda inventarse para llevar la Palabra a la gente, es comparativamente fácil para el chela desarrollado hasta el punto en que tal transmisión es posible. Esto es así porque no han reculada personal alguna, excepto la que surge cuando los egos individuales son desconcertados, corregidos o aguijoneados contra su voluntad hacia el empeño mayor. 
Sin embargo, la disposición a aceptar el karma del individuo a quien pueda estar dirigida la carta individual de instrucción del Maestro, es un caballo de distinto color como ustedes dicen. Cuando el Maestro le pide al chela que le transmita instrucción (ya sea oral o escrita) a otro chela, el transmisor inmediatamente se convierte en responsable por el uso al cual el chela receptor pone la instrucción recibida.¿Por qué? Pues, porque no se puede renunciar a la responsabilidad de transmitir energía al mundo de otro, ni aún por la Ley Cósmica, ya que se trata de un acto de libre albedrío.Si el chela receptor no utiliza bien y sabiamente esa instrucción, el transmisor, que ha comunicado la instrucción, tendrá que balancear esa energía ante la Ley Cósmica.
Más aún, las opiniones de las múltiples personalidades de los chelas que reciben la instrucción, o que están observando a uno que es el receptor de tal instrucción, conforma una tremenda batería de fuerza que impulsa también hacia el chela transmisor, el contacto,  la rebelión y los resentimientos de individuos que quizás puedan ser corregidos por los Maestros mediante tal instrucción, lo cual conforma tremendas presiones de energía que tienen que ser manejadas por el contacto. 
Por tanto, es sensato, expedito y amable que los estudiantes que profesan querer conocer Nuestra Voluntad, se auto-examinen y decidan si desean continuar recibiendo esa Voluntad de Nuestras manos, o si desean ser transferidos a las ministraciones más suaves de algún otro Maestro. También deberán decidir si desean o no someter a otra corriente de vida (que se ofrece voluntariamente para tal servicio como contacto a las reacciones destructivas de los sentimientos discordantes que pueden hasta destruir el vehículo físico de dicho contacto a menos que se puedan poner en efecto grandes esfuerzos para mantener el auto-control de parte de los recipientes de tal instrucción.
Hay ocasiones en que las acciones de las Huestes Celestiales parecen ser irreconciliables con la razón, pero recomiendo que el chela asuma esas acciones en su corazón de oración, y el fruto -de permitírsele desarrollarse partiendo de la flor- probará la valía de nuestras sugerencias.