domingo, 28 de junio de 2015

Los sostengo en mis brazos


Queridos Seres: 
Llego hoy para inundar vuestros seres y mundos con la alegría del perdón encarnada dentro del corazón del Sagrado Fuego Violeta. Es mi deseo que experimenten esta alegría. ¡Cierren los ojos, y abran las puertas del corazón! ¡Como mi regalo, dirijo la Sagrada Llama desde el Corazón de la Creación para hacerla resplandecer en vuestros seres y mundos! ¡Usen el aliento del Espíritu Santo para atraerla! ¡Inspiren y exhalen! Permitan que esta Luz desde el Corazón del Gran Sol Central ilumine y revele la alegría dentro de ustedes, así como la salida del sol en la mañana despierta a la tierra, moviendo la fuerza de vida de toda la naturaleza sostenida en ella.
Sientan la libertad en cada célula y átomo de vuestros seres. Con el Santo Aliento, dirijan la llama hacia el perímetro de vuestras cuatro vestimentas, colmando vuestra aura y toda la atmósfera alrededor. ¡Ahora todo vuestro mundo está colmado con este gozo! 
¡Si pudiesen ahora sólo ver la radiación en este santuario! Está resplandeciendo con Fuego Violeta, y esa llama no puede ser contenida dentro de estas paredes. Se está moviendo en olas y olas de Luz. Los ángeles están asistiendo, y mientras lo hacen, les pido que permitan que este elixir fluya a través de ustedes, permaneciendo en el Santo de los Santos en el centro de vuestros seres, mientras les hablo hoy.
Mientras caminan a través del mundo de forma, buscamos siempre enseñarles y guiarlos hacia la iluminación que buscan. Es tan importante que sepan la Verdad, en su forma más elevada y simple. La Verdad pura es siempre simple, habiéndosele despojada todo lo que pudiera distraer al buscador de su pureza.
Cuando elevan la conciencia buscando entendimiento e iluminación, nuestras manos alcanzan las vuestras, en hermandad y amistad. Los atraemos hacia nosotros, y los bendecimos con la plenitud de la Luz desde la Mente y el Corazón de Dios. Ustedes, a su vez, se dan estos regalos en amistad unos a otros y a los hermanos y hermanas en la familia del hombre. Quizá, entonces, esta sea la definición más simple del perdón: Es dar la Luz de Dios, a cambio de la ilusión de humana conciencia. Esto es lo que nosotros hacemos por ustedes, y esto es lo que ustedes deben hacer uno con otro, con lo mejor de vuestra habilidad.
¡Cuando el regalo del perdón es dado con alegría, es dado con entendimiento y compasión! De esta forma, es posible lograr una verdadera sanación de naturaleza duradera. ¡Una vez que el concepto del perdón es entendido y aceptado en toda su maravillosa simplicidad, la alegría es el resultado natural y la sanación está asegurada! Recuerden que toda sanación se mueve desde lo interno hacia lo externo. Cuando el purificado estado de conciencia está en orden, debe aparecer la manifestación.
¡Como con todos los regalos de Dios, el perdón, la alegría y la sanación deben ser aceptados para uno mismo, antes que ellos puedan ser dados a otros! ¡Muchos de ustedes están encontrando que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, mientras se esfuerzan por vivir de acuerdo con la verdad que conocen!
El Maestro Jesús les dijo que deben volverse como un pequeño niño para entrar al reino de los cielos. Esto, como toda Verdad, es una muy simple declaración, y fácilmente entendida. Sin embargo, ¿han considerado las implicancias de esta Verdad en vuestra propia experiencia de vida? ¡Amados chelas, ponderen esto cuidadosamente, porque dentro de la conciencia de un niño puede ser encontrada la plenitud de la Luz de Dios!
¿En qué forma la conciencia de un niño prepara a una corriente de vida para sintonizarse con el Reino de Dios? Edades tras edades, Yo he caminado con los niños de este mundo. Los he mantenido y nutrido, animando y reforzando sus espíritus en preparación para su eventual exposición a la conciencia de las masas. ¡Amados chelas, la conciencia de un niño es pura y libre, liberada de la ilusión y el miedo! La conciencia de un niño es confiada y honesta, y me esfuerzo con todo lo que YO SOY para proteger esa conciencia, mientras los nuevos niños se preparan para la iniciación conocida como encarnación.
Muchos de ustedes han tenido ocasión de ver el rostro de un niño cuando ha sido temporariamente separado de sus padres. Cuando el niño se da cuenta que esa separación ha tenido lugar, inmediatamente mira a su alrededor buscando a sus padres. ¡Ninguna tarea es más importante en ese momento, que estar reunido con su madre o su padre! Cuando los encuentra, todo temor y confusión desaparecen, reemplazados por la completa alegría y confianza. Sostenido en el abrazo de sus padres, el niño está en paz.
Toda corriente de vida encarnada experimenta momentos en que la ilusión parece ser más fuerte y más real que la Verdad. Todos tienen momentos de confusión, cuando es difícil determinar el próximo paso a tomar. En estos momentos, hay sólo una pregunta que importa, porque en la respuesta a esta cuestión pueden ser encontradas las respuestas a todas las preguntas que la mente humana pueda inventar. Esta pregunta es, simplemente: “¿Amado Cristo, dónde están mi padre y mi madre?” Cuando hacen esa pregunta, queridos seres, la respuesta aparece de inmediato: “¡Amado hijo, YO SOY aquí! ¡YO ESTOY aquí!”
¡Cuando buscan los brazos de vuestra Madre, están envueltos en la vibración del Espíritu Santo! Aquí, la incertidumbre y el miedo son reemplazados por el confort y el amor, y la conciencia está preparada para reconocer y aceptar la Verdad.
¡Cuando buscan el rostro de vuestro Padre en todas las circunstancias, al instante viajan en conciencia hasta la mente de Dios! Dentro de la mente de Dios, todas las ilusiones son transmutadas y disueltas, todas las preguntas son contestadas y toda la Verdad es revelada.
No hay situación en el mundo de forma, que vuestra Divina Madre y el Santo Padre no estén preparados para compartir a través de vuestro Cristo Interno. Cuando buscan la Presencia de Dios YO SOY interior, ustedes son elevados en vibración sobre toda demostración de discordia. ¡Así al cambiar vuestra visión, se moverán entre vuestros hermanos y hermanas, vestidos en vestiduras de Verdad y Paz, cargando silenciosamente los regalos de alegría, perdón y sanación en vuestras manos! 
Cuando recientemente les hablé, les pedí que me permitieran nutrir al niño que vive en ustedes, vuestro verdadero Cristo niño. Les pedí que me permitieran tomar a ese niño en mis propios brazos. YO SOY agradecida que me hayan permitido ese honor, porque tal es mi razón de ser. Ahora, amados chelas, les pido que le acuerden este honor a vuestra propia Presencia YO SOY. Cada noche, mientras se preparan para ir a dormir, liberen toda pena y tensión, y vuélvanse nuevamente el puro y perfecto niño que son. Vean a vuestra Presencia YO SOY llegar en amor, y elevar a ese niño hasta Su pecho. Reclinen vuestra cabeza sobre el seno de vuestra Presencia YO SOY, y respiren al ritmo del latido del corazón de la Divinidad. ¡Pueda vuestra Alegría ser completa, amados seres, porque el Reino de Dios es vuestro!
Amorosamente.
YO SOY Kwan Yin