miércoles, 11 de abril de 2018

Sanando su alma y su cuerpo

             Raphael                                                                                                                                                      Más

YO SOY el Maestro Hilarión, y vengo a ustedes este día.
Vengo hoy a aconsejarles cómo trabajar con su alma. Ese trabajo de introspección profunda se logra desde el fondo de su corazón, cuando están verdaderamente solos. Estos sagrados momentos son raros, cuando están verdaderamente solos. Todos sus problemas se van y de repente están consigo mismos.
Imaginen qué benéfico sería para ustedes contemplar y hacer introspección no ocasionalmente, sino que pudieran tener la oportunidad de comunicarse dentro de ustedes mismos todos los días. Sería grandioso si pudieran tener esos preciosos momentos solos consigo mismos aunque fuera tan solo unos minutos al día.
YO SOY el Maestro Hilarión y recuerdo esos momentos cuando estaba encarnado y me encontraba solo, en medio de la nada. Tenía la oportunidad de observarme a mí mismo como si estuviera en el exterior. Yo sentía que mientras era una persona viviente encarnada, con todas las funciones del cuerpo físico, al mismo tiempo empecé a darme cuenta de que había otra persona presente en mi cuerpo. Esta persona no estaba directamente relacionada con una función de mi cuerpo físico. Era una extraña percepción de múltiples personalidades. Estaba en la Tierra encarnado, y al mismo tiempo me daba cuenta de que era inmortal. Yo soy eterno. Estoy solo en esta encarnación y estoy tratando de entender el significado de mi vida, y al mismo tiempo soy mucho más que mi cuerpo físico. De cierta forma, mi cuerpo físico es un simple traje en el que mi Ser Supremo reside.
Y durante aquellos preciosos momentos de auto contemplación, vi claramente quién era yo. Mi alma se elevó a alturas inimaginables y vi claramente la unidad de todo lo que hay en la Tierra. Vi claramente la unidad de toda la naturaleza, ángeles y elementales. Durante esos preciosos momentos de unidad con mi corazón, sentí cómo miles de seres estaban tratando de comunicarse conmigo. Seres que no podían ser vistos con ojos humanos, pero no por eso menos reales y vivos a nuestro alrededor. Durante esos momentos sentía mi unidad con todo lo que me rodeaba, con pequeños insectos, pájaros y animales.
Esta fue una experiencia grandiosa y sagrada. Pero esto fue posible sólo cuando estaba solo. Estaba realmente solo, nadie estaba junto a mí. Nadie, excepto los pájaros, animales, ángeles y elementales.
Entonces llegó la gente. La gente quería sanarse. Querían venir a mí para obtener una porción de mi quieta felicidad y apaciguamiento. Pero cuando esas personas, con todos sus problemas y preocupaciones me visitaban, los habitantes de mi mundo empezaron a esconderse. Esto ocurrió porque las vibraciones de esas personas no eran familiares y eran hostiles a las vibraciones de los habitantes de mi mundo y a mis vibraciones, a las que los habitantes de mi mundo se acostumbraron.
Ayudé a mucha gente. Sané sus almas. Les preparé hierbas y plantas y se las di. Pero no fueron las hierbas que sanaron esos débiles cuerpos, la gente se sanó a si misma cuando empezaron a darse cuenta del grado de daño que hacían a sus almas y a sus cuerpos físicos con sus acciones inapropiadas y sus sentimientos
incorrectos.
Cuando esos sentimientos terrestres controlan a un alma humana, parece que un huracán barre con sus
cuerpos sutiles. Si experimentan odio, tristeza, melancolía, envidia, celos y Cuando esos sentimientos terrestres controlan a un alma humana, parece que un huracán barre con suscuerpos sutiles. Si experimentan odio, tristeza, melancolía, envidia, celos y otros sentimientos negativos, entonces huracán tras huracán barre con sus cuerpos sutiles y eventualmente los hace pedazos. Entonces se
enferman, y empiezan a buscar la cura, visitando doctores, sanadores y practicantes.
Y serán afortunados si encuentran a un sanador que trate de sanar su alma, no su cuerpo físico.
Esto es porque sus cuerpos sutiles necesitan ser sanados primero que todo. En particular, su cuerpo emocional, su cuerpo de la Memoria, su cuerpo etéreo y su cuerpo mental necesitan ser sanados. Son estos cuerpos, la parte más sutil de sí mismos que están siendo golpeados por los sentimientos y pensamientos negativos y son los primeros en ser destruidos.
La destrucción y enfermedad del cuerpo físico sólo es consecuencia de la destrucción y enfermedad de sus cuerpos sutiles. Por lo tanto, su alma necesita ser sanada primero. Uno debe llegar al entendimiento de que esa través de las acciones, sentimientos y pensamientos equivocados, que  dañan su cuerpo físico.
Muchos de ustedes todavía guardan agresión en su corazón, culpan a los doctores, parientes, trabajos y jefes por su salud lamentable. Esta es una aproximación incorrecta. Su primer paso hacia la sanación debe ser el entendimiento de que ustedes son los únicos culpables de sus enfermedades. Nadie es responsable mas que ustedes. Ustedes mismos han provocado todas sus enfermedades cuando estaban enojados, dañando a otras personas, cuando maldecían y cuando consumían comida y bebida que contaminaba su cuerpo.
Ustedes son la única causa y razón de sus enfermedades. Cuando entiendan y acepten este concepto, están tomando el primer paso y el más importante hacia su curación.
El próximo paso es tomar la decisión de no repetir esas acciones que los llevaron a enfermarse. Para algunos de ustedes esto significa deshacerse de pensamientos negativos, para otros es deshacerse de sus emociones negativas y para otros significará deshacerse de sus acciones negativas.
Necesitan deshacerse de todo lo que es causa de enfermedad en su cuerpo y alma. Solo entonces están listos para el siguiente paso. El siguiente paso es pedir a Dios sinceramente y con intención pura que les conceda la sanación de su cuerpo físico y de su alma.
Sin embargo, algunos de ustedes están en un estado tan lamentable, que su cuerpo físico ya no puede ser sanado en esta vida. Pero todavía, cuando se den cuenta de cuáles son las causas de su enfermedad y adopten una manera apropiada de comportarse y de pensar, esto les traerá paz a su alma. Entonces durante su próxima vida entenderán más rápidamente la causa de sus enfermedades, y cuidarán no sólo de su cuerpo físico, sino también de sus pensamientos y sentimientos desde la juventud.
No sucede con mucha frecuencia que una persona se de cuenta del vínculo entre sus enfermedades y sus acciones durante la juventud y la adultez. Y si les mostráramos las acciones que han realizado, entonces algunos de ustedes estarían profundamente sorprendidos e impresionados de lo poco civilizadas que les parecerían.
Sin embargo, su civilización entera, desafortunadamente, tiende a destruir su alma. Por ejemplo, muchas de las llamadas películas de ficción devastan su alma como un tsunami. Traten de evitar ver esas “obras de arte”. Es especialmente vital cuidar a sus niños de tales programas. Los niños son especialmente vulnerables ya que sus cuerpos sutiles no tienen suficiente protección. En consecuencia, todo el horror que ven los niños en la televisión los llevan al sufrimiento, la enfermedad y al final, a la muerte.
Tratamos de advertirles para explicarles las razones atrás de sus enfermedades y problemas de su vida.
Podrían romper este círculo vicioso de su civilización cuando quieran. Todo lo que necesitan hacer es tomar la decisión de vivir y actuar en armonía con los principios divinos en su vida diaria.
Ahora me gustaría añadir otra cosa importante. Cuando vayan a llamar a los ángeles, Dios o los Maestros Ascendidos para que les presten ayuda, siempre traten de hacerlo con humildad, y pedir desde el punto de vista de la apreciación de la Vida y el Creador. Esto es porque toda la misericordia viene de Dios y no pueden percibiresta misericordia por las capas impermeables de egoísmo que plagan su corazón.
YO SOY Hilarión, con amor a ustedes.