domingo, 13 de febrero de 2011

Presencia Conquistadora del Yo Soy

Tomado del Sagrado Libro del YO SOY 
( extracto )



Cuando yo reconozco quien «YO SOY», he entrado en el gran silencio donde está la más grande actividad de Dios. Este reconocimiento debe traer grandes revelaciones al individuo si él acepta esto gozosamente.

En tu experiencia exterior, la práctica de cualquier actividad desarrolla más y más tu eficacia, ¿no es así? Si uno puede aplicar esto a una actividad exterior, ¿no ves tú cuánto más importante lo es para una actividad interior? Cuanto más lo uses mayor poder manifestarás. Sabes tú que puedes hacerlo con las cosas espirituales, de manera más grande y rápida que con lo exterior, ya que en el espíritu el poder actúa  instantáneamente. No hay espera cuando el «YO SOY» actúa.



El hecho de que la musculatura se desarrolla con el ejercicio, te debe hacer comprender que el mismo esfuerzo por el poder interno, naturalmente tiene que producir muchos mayores resultados. Por ejemplo, los hombres creen que tienen que hacer ejercicios físicos para desarrollar los músculos. Pues yo he hecho muchas veces que mis estudiantes desarrollen un bello y simétrico cuerpo con músculos poderosos sin haber hecho un solo ejercicio físico. En todo desarrollo, tanto del exterior como del interior, la primera parte del ejercicio es mental.


Debemos saber que no hay sino un solo poder y energía y que viene de la presencia «YO SOY» en cada uno. Por consiguiente, el ejercicio de tus facultades interiores es llamado mental; pero yo te digo que es Dios en acción, porque tú no puedes formar un solo pensamiento sin la inteligencia y la energía de Dios para lograrlo. Por lo tanto tu actividad mental es la energía de Dios en acción. Ahora verás, pues, cuan fácil y posible es producir un cuerpo físico, fuerte y simétrico, sin hacer ejercicios físicos para lograrlo.



La mayoría de los hombres científicos, médicos o profesores de cultura física, negarán esto; pero yo les aseguro que es solamente que no se han penetrado profundamente respecto a la energía o el poder que está actuando, pues ninguna actividad puede tener lugar si no es por el uso de esta energía y poder interior. La gente permite que le entren dudas y temores con respecto a los conocimientos de estas grandes facultades que son libres y para el uso de quien las quiere utilizar en cualquier momento. Lo que pasa es que se encuentran sumergidas como un corcho mantenido debajo del agua, el cual, apenas se le suelta, salta a la superficie. Yo te aseguro que es lamentable que los estudiantes sinceros pasen tantos años esforzándose, ensayando y dejando el uso de estas facultades, y luego, porque no las ven operar inmediatamente, se dejan caer de nuevo en un estado de inactividad hasta que algo los vuelve a animar, para recaer de nuevo.
El reconocimiento persistente y determinado de esta Presencia «YO SOY» te llevará al logro absolutamente cierto, a menos que tú lo abandones.


Yo veo en este momento a un buen número de individuos que con un poquito de incentivo y la descripción sencilla de estas prácticas, saltarán a la libertad, especialmente aquellos que reciben la instrucción verbal junto con la radiación que la acompaña.

¿No es desastroso que los hijos e hijas de Dios se sometan a las limitaciones cuando con un esfuerzo persistente y determinado abrirían la puerta y entrarían en esta gran cámara interior llena de luz, joyas, oro y substancia de todos los alimentos del universo? Y luego con esta verdad plena frente a ellos, estos individuos vacilan aún por la imposibilidad de creer que pueden dar el paso, tomar este cetro y ser libres.

Amado, de nuevo te digo: canta la gran melodía de la Presencia Conquistadora del «YO SOY». Canta en tu corazón continuamente, siéntela con toda tu habilidad, agárrate fuertemente a esa determinación. El conocimiento y el sendero de esa maestría, se te abrirá y se te manifestará la libertad eterna. Simplemente continúa recordándote que ya has traspasado el velo.

"  CUALQUIER MAESTRÍA QUE EL INDIVIDUO HAYA ADQUIRIDO SOBRE SUS ASUNTOS Y SU MUNDO ES, Y SIEMPRE DEBE SER, UN RETIRO SAGRADO, UN SANTUARIO INTERIOR, EN DONDE NINGÚN OTRO INDIVIDUO INQUISIDOR PUEDA ENTRAR. NADIE PUEDE LOGRAR LA MAESTRÍA PRETENDIENDO ENCONTRAR ESA MAESTRÍA EN OTROS ".