viernes, 17 de julio de 2015

La Llama Violeta, la Bendición y las relaciones humanas



Es siempre el amor, el perdón y la compasión vertidos en una situación lo que la transmuta en algo mejor, al transformar una situación negativa en otra positiva y adquirir la sabiduría que esas energías están tratando de enseñaros. Ahora, suponiendo que tengáis un problema con una persona enviadle oleadas y oleadas de Llama Violeta. Cuando enviáis oleadas de amor, compasión, perdón y bendición a una situación a ésta le resulta imposible permanecer igual; la ley universal requiere resolución para todo lo que reciba amor y bendiciones.
 La actividad de la bendición es también una forma de transmutación, una actividad del séptimo rayo.
Al comenzar a bendecir todo lo que se manifieste en vuestras vidas por debajo de la perfección divina estáis transformando o transmutando situaciones que parecen ser negativas en algo muchísimo más positivo; creáis la solución divina, y al final se manifiesta la situación idónea para todos. Esto es lo que hace la transmutación: crea una transformación que convierte a todo el mundo en ganador.
¿Cómo usaría alguien que tenga un problema con su cónyuge la Llama Violeta para transmutar o curar su situación, o sus malos sentimientos hacia su jefe o con alguien con quien se siente negativo?
Ante todo, tenéis que distanciaros de las consecuencias. Si comenzáis a querer realizar cambios y a conseguirlo a vuestra manera, y también a querer el resultado de un modo concreto, lo más probable es que perdáis el tren. Es por ello por lo que siempre resulta más acertado solicitar la perfecta solución divina. Si deseáis especificar el resultado que queréis crear es importante que “permitáis” un espacio para que éste pueda ser distinto añadiendo a vuestra oración o propósito: “esto o algo mejor, según la voluntad divina”. Vuestro yo superior ve y conoce el cuadro más grande que a vosotros os es velado. Digamos que una situación matrimonial parece estar tocando a su fin. En ese momento decís: “¡Caramba! Recé e invoqué tanto a la Llama Violeta para esa situación…, hice todo cuanto pude para ser amoroso/a, compasivo/a y para traer la resolución con amor y perdón, y ahora parece que tenga una situación más desafiante.”
Ahora meditadlo; preguntaos si el fin de un matrimonio fue un fracaso o una victoria espiritual. Yo digo que si habéis hecho todo cuanto habéis podido y una situación no acaba del modo en que se esperaba porque, quizás, se trataba de una relación kármica que ya había llegado a su término, y ahora vuestro yo superior está preparado para abrir vuestra vida a algo mucho más apropiado para vuestro camino y para vuestra felicidad, supuso sin duda, un éxito espiritual, no un fracaso. Debido a la exquisita calidad del trabajo interior que se realizó, se ha ganado el derecho a pasar a algo que llene más. El sentimiento de la pérdida o la sensación de fracaso temporal no es más que una ilusión humana transitoria.
Dos años más tarde os halláis en una nueva relación maravillosa, en la que sois mucho más felices y en la que existe mucha más afinidad y armonía. ¿Recordaréis en ese momento la reserva de fuego violeta que habéis invocado anteriormente y que creó esta nueva vía en vuestra vida? Hay veces en que las situaciones kármicas quedan resueltas y es hora de seguir adelante. Y de este modo es como se responde a vuestras oraciones; ahora sois “libres” para experimentar algo mejor, frente a permanecer en una relación que ha llegado ya a su término. Muchas veces, es importante desprenderse de situaciones que ya no os sirven y no tiene sentido tratar de seguir agarrándose a esas situaciones.
Puede que no siempre la solución divina, al principio, parezca ser lo que queréis, pero sea lo que sea lo que se cree siempre será para vuestro avance espiritual y siempre traerá el mejor resultado. La Llama Violeta se conoce también como la “obradora de milagros”.
Cuando bendecís a la persona con quien tenéis problemas, digamos un cónyuge, o un vecino o vuestro jefe en el trabajo, o alguien de vuestro entorno laboral, o un pariente de alguna clase, visualizadle bañado/a en la Llama Violeta de amor y transmutación. Reconoced la libertad para que esa persona quede libre de sus propias cargas y despierte a su pleno potencial. Haced esto con compasión y perdón. Utilizad también la llama de la diplomacia en todas vuestras interacciones con los demás; todo ello forma parte de la actividad del séptimo rayo. Si comenzáis a utilizar este último con todos sus numerosos atributos, y sin tener ningún objetivo prioritario personal, queriendo simplemente el mejor resultado como voluntad divina, os asombraréis de los milagros que pueden manifestarse en vuestra propia vida y en la de quienes os rodean. Así es como se creará la paz en la Tierra.
Sé que a mucha gente le va a resultar difícil eso de no tener un objetivo prioritario personal, porque también lo quieren a su manera. Estamos tan concentrados en los resultados finales de lo que queremos que tendemos a perder de vista lo que tenemos que liberar con el fin de soltarnos y dejar que el Dios que llevamos dentro haga su perfecto trabajo.
Exactamente. Todas las diversas llamas de Dios contienen inteligencia divina o conciencia. Están al tanto del otro cuadro más grande, saben qué es lo mejor para vosotros, y hay guardianes, literalmente cientos de miles de maestros, millones de maestros que trabajan con cada una de las llamas. La inteligencia divina sabe lo que en última instancia es para vuestro mayor bien. Quererlo a vuestra manera es como decir: “Mira, Dios, yo quiero esto, pero lo quiero a mi manera, aun cuando en última instancia no sea para mi mayor bien.” Entonces, si insistís, no os sorprenda que lo consigáis. Dios siempre quiere concederos los deseos de vuestro corazón, y puede que pronto descubráis que esto no es realmente lo que necesitabais en primer lugar. Esas llamas quieren traer a vuestra vida el más magnífico resultado, pero si vosotros estáis decididos a conseguirlo a vuestra manera podría, simplemente, manifestarse. Cuando mostráis tal determinación a conseguirlo de vuestro propio modo el universo, a menudo, os lo dará, y varios meses o años más tarde podríais descubrir que perdisteis el tren sobre algo mucho mejor.
Vemos suceder esto todo el tiempo en el planeta, tal es el temor de la gente a desprenderse de sus propios objetivos prioritarios personales. Con ello quiero decir que tienen miedo de permitir la sabiduría de su Yo superior, temen confiar en Dios. Tampoco confían en los maestros; se han acomodado demasiado en la confianza del engañoso ego humano en lugar de confiar en una inteligencia superior. Desde nuestra perspectiva, esto es lo que presenciamos constantemente con la humanidad en general.
Recordad: la falta de confianza fue la energía de la caída original de la conciencia de la humanidad, y el precio que todos habéis pagado por esa falta de confianza ha sido, realmente, muy alto y doloroso. Esta necesidad de querer estar siempre al mando, en lugar de estar en la “permisividad” de lo que es en la Tierra, ha creado mucho dolor y retrasado vuestra evolución. El aspecto superior de “Vosotros” os ama totalmente y no quiere nada más que vuestro bien, vuestra felicidad y llevaros de vuelta a casa hasta el paraíso y la maestría. Este aspecto superior de “Vosotros” sabe exactamente cómo puede traer a vuestra vida las iniciaciones y circunstancias que abrirán de par en par las “Puertas de Todo” en vuestras vidas, el camino más rápido. Debido a vuestra resistencia constante a despejar los caminos de las grandes rocas y desprenderos de vuestros miedos, habéis creado frente a esa puerta, por vuestra negatividad acumulada, las anteojeras que no os dejan percibir ni ver esa maravillosa entrada que podría haber estado disponible para vosotros desde el primer momento. Aun cuando tengáis que atravesar por un tiempo algunas noches oscuras, rendiros a la voluntad divina, mis bienamados amigos. Desprendeos de los temores y confiad en el proceso.
A la gente le da miedo experimentar la oscura noche de su propia creación. Lo que en un principio sumió a las personas en conflictos fue esta falta de confianza. Cuando la gente decidió que ya no deseaba confiar en que Dios les alimentase tres veces al día y decidieron, en lugar de ello, procurarse sus propias comidas esto es exactamente lo que sucedió. Y así es como empezó todo, con pequeños temores y conversaciones consigo mismos como ésta, y los miedos y la falta de confianza fueron haciéndose, a la larga, cada vez más grandes y mayores a medida que pasaba el tiempo. Ahora, varios miles de vidas después, ya no existe esa confianza y casi todo el mundo vive con temor y carencia de alguna clase. Ahora es iniciativa vuestra desandar, en forma de pruebas e iniciaciones, todos los pasos que habéis dado en esa falta de confianza y aprender a confiar de nuevo, siempre a pesar de las “apariencias”. Al final de las iniciaciones todas las “grandes rocas” de vuestra propia creación que están frente a la “Puerta de Todo” se habrán disuelto, y seréis libres e invitados a “entrar”. Estaréis, finalmente, en casa.
¿Esto es lo primordial con la curación que es necesario que tenga lugar en todos nuestros corazones y almas?
Exactamente. Y, pronto, la humanidad va a comenzar a aprender sus lecciones de modos mucho más grandes. En este planeta sucederán acontecimientos y la gente va a tener que tomar grandes decisiones, las más grandes decisiones de muchas vidas juntas. Pronto vuestra Madre Tierra ya no tolerará más el tipo de separación que ha tenido lugar aquí, en Su cuerpo, y la gente va a tener que “entrar en vereda o largarse”. El nuevo orden mundial para este planeta no es lo que están proyectando vuestros líderes mundiales, sino que será una vida en total unión con el Yo-Dios y con el Creador. Muy pronto se restablecerá aquí el orden divino, guste o no.