jueves, 26 de noviembre de 2015

Recibir una idea desde lo Divino


Cuando las almas sinceras son conocedoras de la Más Elevada Conciencia y comienzan a reflexionar sobre ésta, naturalmente esa energía fluye hacia ellas, y con frecuencia un poderoso sentimiento o idea entra a la mente conciente de los chelas. Esta es una bendición personal que debería ser honrada por los individuos en el silencio de sus propios corazones. Aquí hay un peligro porque el ego que despierta, una vez que ha recibido tal precisa idea, puede aceptar en adelante todas las sugerencias de frustrados impulsos y deseos de sus propios cuerpos internos, y una vez que los ha aceptado indiscriminadamente, a través del orgullo espiritual o egoísmo, nunca más aceptará las auténticas direcciones y verdades desde lo Divino. Y en verdad esto frecuentemente puede cerrar la puerta de la oportunidad para avanzar durante una entera encarnación. 
Hay una gran oportunidad al recibir una idea desde lo Divino, si ésta hace más humilde a la corriente de vida, más sincera, más valiosa como un instrumento en divinas manos, pero cuando la gente cuestione esto, siempre aconséjenles que por una de tales bendiciones, puede haber miles de sutiles impulsos desde sus propios cuerpos internos, que son pruebas de discernimiento y humildad. 
La conciencia es de tan tremendo e interesante estudio, porque explica enteramente la razón por la cual el Dios del Amor y los Divinos Mensajeros deben variar la presentación de la Verdad de acuerdo con el desarrollo de la conciencia de las almas de la raza, el ciclo en el cual específicos logros deben ser tratados, y el orden progresivo, no sólo para nuestro universo, sino para la Galaxia a la cual pertenecemos.
El propósito por el cual la individualización de las corrientes de vida tuvo lugar, fue que cada una aprendiera a controlar la energía a través de los pensamientos, sentimientos y acciones. El modo en que la conciencia de la persona podría ser alcanzada, dependía de la densidad o claridad de la recepción individual y colectiva. En las primeras edades, antes que el velo de maya cerrara la visible visión de los Guardianes de la Luz y la Hueste Angélica, era comparativamente simple para los Maestros de la raza comunicar el método por el que cada persona podría atraer, focalizar, imaginar y externalizar las formas de energía, y pocos, quizás ninguno, podrían tener confusiones o errores. 
Ay, después que la visión interna y el oído interno fueron perdidos, los mensajeros de la Luz tuvieron que descansar en un mediador que, a través de excepcional pureza y experiencia de vida, hubiera retenido la capacidad de reunir la conciencia de lo Divino, recibir estas instrucciones y llevarlas de regreso a las conciencias de los pocos que eligieran aceptar estas comunicaciones.
En tales edades, esos Mensajeros, Videntes, Avatares y Profetas se esforzaron en comunicar a la gente una parte de la Ley, y la gente, respondiendo, fijó una nueva religión que fue siempre refutada por los fundadores de lo antiguo. Luego nos encontramos en la posición de tener que romper el prejuicio en las mismas religiones que habían previamente sido fundadas, a fin de que la ola de vida ordenada por el avance del progreso de la evolución, pudiera elevarse sobre la orilla de la conciencia de la masa, sin la controversia que  rompiera su fortaleza, permitiendo que mucho de su entrante poder se disipara en los poco profundos intolerables pensamientos.
La humanidad, en su mayor parte, se resiste a los cambios y al progreso, ya sea de naturaleza espiritual o física. Ellos aceptan de mala gana las revelaciones del inventor, del científico o del explorador, y sólo lo hacen cuando, con la limitada receptividad de los sentidos, pueden tocar, sentir y gustar esas bendiciones manifestadas.  Ah, realmente cuán traicioneros son los informes de los sentidos sobre los que la humanidad se inclina tan pesadamente, y cuán profundamente estos mismos han atascado el espíritu de la vida gratificando sus deseos pasajeros. Sin embargo, estos limitados, degradados, orgullosos sentidos se han vuelto la medida de la Verdad, en lugar de la perfecta, Inmaculada llama dentro del Corazón, que se precipita sin inseguridad cuando el alma ordena que llegue, juzgando con juicio correcto que no puede ser negado. Sabia es el alma de la humanidad que mide la Verdad mediante esta guía espiritual. 
Puedan vuestros pies ser alados, vuestra alma liberada y pueda vuestro corazón guiarlos rápidamente hacia la plenitud de la Luz de la Verdad.