jueves, 3 de diciembre de 2015

La túnica sin costuras



La gloriosa blanca túnica del Maestro Jesús es un constante recordatorio para los iniciados y aspirantes que la vida y energía de sus seres pueden ser entretejidas y son tejidas en todo momento dentro de un vehículo a través del cual el alma debe funcionar y alcanzar al fin eterna paz.
¡A aquellos que lleguen se les dará una blanca vestidura! Esta vestidura es entretejida por la Divina Presencia en la sustancia de los cuerpos y el aura de la conciencia del alma en evolución, cuando la atención del corazón está centrada en el centro espiritual desde el cual todas las bendiciones verdaderamente fluyen.  
El aura alrededor de una corriente de vida consiste en un mar de electrones moviéndose constantemente hacia fuera en todas direcciones, conducido por los pensamientos y sentimientos, y retornando hacia adentro en el viaje de regreso de su viaje circular para encontrar la unicidad en el corazón de la Universal Conciencia. La radiación desde la Presencia, sin embargo, es vertical y pasa hacia abajo a través de los cuerpos y luego completa el círculo de regreso hasta la Presencia. Así tienen la actividad directora de la corriente de vida saliendo en una línea horizontal, atándolos a la manifestación de la Tierra, y el más efímero circuito electrónico viniendo desde la Presencia, hecho sólo de aquellos dirigidos pensamientos y sentimientos que vuelven hacia la Esencia de toda vida.
La más grande cantidad de energía de la corriente de vida es dirigida hacia los asuntos del mundo, así ese circuito es frecuentemente más poderoso que los breves intervalos de contemplación, oración y devociones que forman el divino círculo que los une a ustedes con la Divinidad, y este es el comienzo de esa Blanca Vestimenta, esa Túnica Sin Costuras que no tiene principio ni fin.
Ahora cuando lo individual es hecho con propio interés en la satisfacción del ser personal y más y más de su energía de vida es dirigida hacia el Origen, este manto Cósmico o Túnica Sin Costuras entretejida del propio amor de Dios del individuo, no sólo se incrementa en intensidad sino comienza a formar un natural anillo protector desconectando la energía de la corriente de vida de la magnética atracción de la manifestación imperfecta. 
No es cuestión de un momento cambiar las corrientes de atención desde la forma y manifestación hasta la gozosa contemplación del ser divino, y aún aquellos individuos que han entrado en esa disciplina, cuando vieron con la visión interna, parecieron ser sostenidos dentro de una casi invisible niebla escasamente discernible a través de su manto de muchos colores. Como los individuos son escogidos desde las masas y entran bajo el estándar de los Conductores de Luz de la Nueva Era, esa niebla comienza a tomar más forma y sustancia, y eventualmente es la predominante vibración a través del manto o del aura. Esto forma la vestimenta sobre la que Jesús tan poderosamente manifestó que aquellos que tocaran su ruedo serían perdonados por sus faltas y  misericordiosamente restaurados en salud y bienestar.
Entretejan vuestra túnica sin costuras, amados, así todo aquel que toque su ruedo será bendecido por sus cualidades y regalos. Calificar ese Manto Cósmico, la esencia espiritual electrónica, que es el poder protector de vuestra naturaleza superior, con confianza, sanación, convicción espiritual, o cualquiera de las incontables virtudes de la Gran Universal Presencia, es prestar un impersonal servicio en el cual ustedes mismos pueden nunca ser conocidos o reconocidos como el hacedor y es la gran impersonal bendición que forma el latido del corazón de la divinidad.