miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Deva protector de los niños



Vengo a ustedes en esta ocasión para inculcarles en la conciencia la convicción de que el servicio en el Reino es una condición de Felicidad. Yo,en lo personal, he servido (y lo sigo haciendo) con el Poderoso Señor Ling, Dios de la Felicidad, y puedo dar testimonio del hecho que la Felicidad impregna la propia conciencia en proporciones expandidas cuando se ha decidido de manera definitiva que el Sendero de Luz vale todo el esfuerzo que posiblemente tenga que hacerse para ser un verdadero Seguidor del Modo Crístico de Vida.
En la actualidad se me ha asignado la tarea de servir con las evoluciones del mundo occidental, específicamente con los niños de corta edad. Estas benditas corrientes de vida, que visten vehículos de reciente encarnación en su mayoría, son almas muy evolucionadas que han venido a la Tierra en este momento con el propósito específico de traer la Iluminación de Dios. Ustedes notarán cómo los pequeños de ahora expresan Verdades muy superiores a sus años de vida, y en muchos casos están ellos en constante comunicación con los Reinos Angélico y Elemental. El chela conocedor sirve especialmente para protegerlos de aquéllos que los desanimarían o descontarían sus “invisibles” compañeros de juego.
Estos jóvenes darán lugar más rápido que ninguna otra corriente de vida al entendimiento y aceptación de los Reinos Angélico y de la Naturaleza, y a la realización de que toda la Vida es Una.
Hay que evitar a toda costa que esos que han encarnado en años recientes, y aquéllos todavía por venir, sean desanimados –en el caso que se les vea ocupándose en lo que aparentan ser fantasías- ya que en dichas fantasías se encontrarán grandes Verdades. Más bien, hay que estimularlos de manera que su compatibilidad con los Ángeles y Elementales sea desarrollada aún más. Es principalmente por esta razón que he venido a familiarizarlos más a ustedes con Mi Radiación de Felicidad.
Le hablo particularmente a los padres de estos pequeños y a aquéllos que están en contacto con niños, y los invito a invocar Mi moméntum de alegría para sostener el entendimiento interno de ellos, que en un plazo muy breve saldrá al ruedo. Creo estos queridos pequeños les van a asombrar con las Verdades que habrán de presentar.
Igualmente, sería bueno que ustedes tuvieran una mayor compatibilidad con los pequeños elementales, esos seres que sirven particularmente en el Reino de la Naturaleza-.
Es una experiencia realmente maravillosa ver a estos diminutos seres luciendo tan formales –alguno de ellos tan tímido…! – ante lo que a ellos les luce como una tarea casi aplastante y arrolladora. Por las expresiones en sus caras se puede deducir lo mistificados que están, pero irradian el deseo de ser obedientes ya que tal es su naturaleza. Es, pues, su tarea de reflejar lo que se les ha mostrado.
Después de que el Deva los ha instruido en cuanto al Plan comprensivo y les da su bendición, los verán hacer la venia con sus dulces cabezas por el privilegio de servir. Luego, se les deja a su propia iniciativa y desarrollo la ejecución del Plan. El Deva procede a envolverlos a todos en un tremendo paraguas (o Manto) de Amor, pero según la Ley Divina ellos tienen que llevar a cabo el diseño que se les ha dado… por cuenta de sus propios esfuerzos.
Al Deva a cargo se le permite prestar cierta cantidad de asistencia cuando la radiación de un elemental específico envía un llamado de socorro, de encontrarse con dificultades para seguir su parte del Plan. Es algo similar al chela que tiene algún obstáculo que sobreponer, y que se dirige a uno de Nosotros en los Ámbitos Celestiales pidiendo ayuda. En ambas instancias, es la sinceridad del llamado lo que trae adelante la respuesta. Cuánta verdad hay en la expresión “el Llamado obliga la Respuesta”, y naturalmente es el sentimiento dentro de la súplica lo que determina la respuesta.
Para impresionar aún más sobre la conciencia de ustedes la actividad de los elementales, volvamos a visualizar a esos queridos seres diminutos, con el Deva parado encima de todos ellos y envolviéndolos en un Manto de Luz Rosa; y sobre y encima de ellos, podemos ver las Aves del Aire cantando una canción de aliento, al tiempo que sus diminutos cuerpos [de los elementales] son encapsulados en la dulce tierra. Se puede comparar esto con el embrión en el útero de la madre, donde es alimentado hasta que se complete el período de desarrollo.
Así como el feto es alimentado por cuenta de la ingestión de la alimentación apropiada por la madre, y es afectado por el mundo emocional de ella, de la misma manera el elemental recibe –de parte de todos los elementos- la alimentación para su completa expresión. Cuando se dan extremos climáticos, como resultado de la discordia de los hombres, el elemental, cual niño nonato, es afectado por estos disturbios.
Así como un individuo respeta, protege y ora por una madre embarazada, así debería animar y cuidar a los elementales en un jardín, supliendo el elemento agua cuando se necesite, y eliminando toda basura que interfiera con la Luz del Sol. Todos los componentes de Fuego, Agua, Aire y Tierra son necesarios para su alimentación, Por supuesto, esto se aplica a toda Vida; al bendito Reino Animal y a los Mensajeros Alados que llenan el Aire con su canto.
Les he presentado algunas simples Verdades, y por cuanta de ellas confío en haberles provisto de un mejor entendimiento de la Unicidad de la Vida, y de lo importante que es ungir a toda la vida con la Radiación de Felicidad –un regalo con que el Creador de todos Nosotros me ha dotado en una medida expandida- y el cual es Mi obligada responsabilidad y privilegio dispensar a toda vida.
Con las actuales condiciones de un mundo cambiante, la descarga de la Felicidad hará mucho para traer Paz a los corazones de los hombres. En profunda y amorosa humildad, me inclino ante la Luz en todas las criaturas, los llamados grandes y pequeños.

                                                            YO SOY Fun Wey !