jueves, 14 de agosto de 2014

Acerca de la verdadera Fe



 
 
YO SOY JESUS quien nuevamente se presenta ante ustedes.
Motiva mi visita hoy hablarles de cosas que son bien conocidas y aceptadas en  su sociedad en la etapa actual de su evolución. Ustedes viven dentro de sus mundos y raras veces se cruzan a ustedes las cosas sobre las cuales deben reflexionar en primer lugar. A ustedes parece preocuparles todo lo que les rodea. Sus pensamientos están centrados en cómo sostener sus familias, qué vestir y qué comer.
Hay mucho alboroto en sus vidas y ustedes viven muy razonablemente como cualquier otro.
Aunque, si ustedes pensaran sobre qué hacer con sus vidas y cómo se justifica esto desde el punto de vista de la Enseñanza que les ofrecí hace 2000 años atrás, nada ha cambiado.
Parece que es tiempo de volver a encarnar y hablarles sobre las mismas cosas que les expuse entonces. Recuerden, les pedí no preocuparse por el pan diario, que los lirios del campo lucen mucho mejor que ustedes. Que las aves no aran o siembran y sin embargo, son alimentadas. El Señor puede cuidar de ustedes en la misma forma.
¿Por qué, estando en la cúspide misma de la escala evolutiva de las encarnaciones terrestres, prestan tanta atención a sus necesidades más triviales?
Literalmente, han hecho culto de la ropa, los alimentos y cosas de prestigio.
Nada ha cambiado desde que tomé forma física hace 2000 años.
Ustedes han adquirido muchas cosas modernas. Cuentan con una tecnología avanzada, carros, computadores, pero su conciencia todavía se encuentra en el mismo nivel de hace 2.000 años. Esto es muy triste.
¿Entienden ustedes adónde quiero llegar con esto?
 Ustedes se interesan por miles de cosas innecesarias que existen en su mundo. El noventa y nueve por ciento de su tiempo, se encuentran ocupados en dichas cosas. Piensen, ¿cómo pueden acercarse a su Padre Celestial si están constantemente preocupados con sus problemas terrenales?
Incluso aunque crean que están sirviendo a Dios, vayan a la iglesia, oren, sigan los preceptos de la iglesia, y con todo ello, no centran tanto su pensamiento en Dios como en lo que los demás piensen sobre ustedes sobre como se ven en la iglesia, cómo ven a las demás personas a su alrededor.
Cuando tengo la oportunidad de estar presente en la iglesia durante un servicio, y no puedo estar presente en cada uno de los servicios, me sorprenden los pensamientos que escucho y los sentimientos que percibo. Ustedes saben que es muy raro encontrar sentimientos realmente puros entre la gente.
Generalmente, ustedes entran a la iglesia para resolver sus problemas terrenales, de modo que ustedes puedan vivir la vida en mejores condiciones y que tanto ustedes como sus allegados puedan tener una mejor salud. Pero algunas veces, incluso llegan a desear el mal a otras personas que conocen.
Continúan resolviendo sus asuntos mundanos aquí, en la iglesia. No piensan en Dios. Cuando se acercan al altar junto a mi imagen, solo es para pedir la solución a sus carencias en la vida terrena. Piensen en mis palabras.
A ustedes les parece que yo hablo en parábolas; no entienden lo que quiero decir. Estoy hablando de lo mismo que expuse hace 2000 años. Trato de hacerles entender que es necesario pensar en vuestra alma, en vuestra relación con Dios y, sobre todo, con el Dios dentro de vosotros. Les enseñé acerca de buscar la soledad para comunicarse con Dios durante sus oraciones y condené la hipocresía.
Me rebelé en contra de las reglas establecidas y propendí para que pensaran en el espíritu. Ahora, hablo de lo mismo. Nada debe interesarles excepto su relación con Dios. Cuando ustedes le buscan con el fin de hallar el significado de la vida y empezar a enseñar esto a otros, ustedes no llegan a Dios, están apartándose de El. 
Solo cuando encuentran una total satisfacción en la comunicación con Dios al interior vuestro y no
tienen que compartir este quieto gozo con alguien más, porque se sienten totalmente satisfechos y felices consigo mismos, solo entonces es cuando encuentran a su Dios verdadero.
Yo soy tocado observándoles en dichos momentos y ustedes empiezan a sentir mi Presencia Yo estoy siempre a vuestro lado. Pero su estado de conciencia y su preocupación por los asuntos cotidianos nos separan. ¡Aspiro a nuestra comunicación!
Son muy raros los momentos cuando me dirijo a entablar una conversación directa con alguno de ustedes. Soy muy feliz durante esos momentos. Estoy muy consciente del hecho que cualquier persona que ha tenido esta experiencia de contacto directo conmigo, nunca podrá seguir llevando la misma vida que cualquier otro. Buscará la soledad y la conversación interna conmigo. Y no podrá imaginarse a sí mismo y a su vida sin esta comunicación. Esta gozosa y serena quietud que dicha persona exuda en su vida es mejor que cualquier sermón u homilía. Dicha persona es un ejemplo viviente de unidad conmigo y con Dios, quien mora dentro de ella.
Los más fervientes y devotos cristianos han logrado esta unidad interna en la quietud de sus corazones. Mientras que existen otros que tratan de representar la serenidad, el amor y la gracia. Pero una sola mirada a ellos basta para definir el grado de hipocresía y aislamiento. 
Me gustaría que encontrasen el regalo del discernimiento en su corazón y pudiesen identificar a todos los lobos con piel de oveja, sin importar cuan hermosas puedan parecer sus palabras y lo que puedan emanar. Parece que mucha gente hace cosas buenas, hablan de Dios, van a la iglesia, pero en sus corazones están más alejadas de mí que aquellos que no hacen alarde de su fe pero cumplen con los mandamientos del Padre en sus corazones.
Hoy he venido a recordarles sobre aquella Enseñanza que les ofrecí hace 2000 años y que sigue siendo importante y relevante hoy. Deseo recordarles que fui crucificado por la Enseñanza que sembré en sus corazones. Si llegase hoy a predicar de nuevo, sería sometido a la misma persecución de los escribas y fariseos que están en la iglesia. Hay sacerdotes genuinos pero también hay muchos falsos. Esta es la razón por la cual deseo que ustedes puedan diferenciarlos y no condenar a la iglesia como a una u otra enseñanza. La enseñanza correcta puede desviarse en forma errónea, en ciertos corazones humanos impuros. Pero esto no significa que la enseñanza sea errónea. 
Primero que todo, busquen a Dios en su interior, dentro de su corazón. Cuando logren una armonía interna con Dios, no volverán a temer a los lobos con piel de oveja o a los pseudo pastores.
Me complace haberles compartido hoy y recordarles sobre la Enseñanza que les ofrecí anteriormente y con la cual retorno de nuevo a través de esta mensajera.
YO SOY Jesús