YO SOY JESUS quien nuevamente se presenta ante ustedes.
Motiva mi visita hoy hablarles de cosas que son bien
conocidas y aceptadas en su sociedad en
la etapa actual de su evolución. Ustedes viven dentro de sus mundos y raras
veces se cruzan a ustedes las cosas sobre las cuales deben reflexionar en
primer lugar. A ustedes parece preocuparles todo lo que les rodea. Sus
pensamientos están centrados en cómo sostener sus familias, qué vestir y qué
comer.
Hay mucho alboroto en sus vidas y ustedes viven muy
razonablemente como cualquier otro.
Aunque, si ustedes pensaran sobre qué hacer con sus vidas y
cómo se justifica esto desde el punto de vista de la Enseñanza que les ofrecí
hace 2000 años atrás, nada ha cambiado.
Parece que es tiempo de volver a encarnar y hablarles sobre
las mismas cosas que les expuse entonces. Recuerden, les pedí no preocuparse
por el pan diario, que los lirios del campo lucen mucho mejor que ustedes. Que
las aves no aran o siembran y sin embargo, son alimentadas. El Señor puede
cuidar de ustedes en la misma forma.
¿Por qué, estando en la cúspide misma de la escala evolutiva
de las encarnaciones terrestres, prestan tanta atención a sus necesidades más
triviales?
Literalmente, han hecho culto de la ropa, los alimentos y
cosas de prestigio.
Nada ha cambiado desde que tomé forma física hace 2000 años.
Ustedes han adquirido muchas cosas modernas. Cuentan con una
tecnología avanzada, carros, computadores, pero su conciencia todavía se
encuentra en el mismo nivel de hace 2.000 años. Esto es muy triste.
¿Entienden ustedes adónde quiero llegar con esto?
Ustedes se interesan por miles de cosas innecesarias que existen en su mundo. El noventa y nueve por ciento de su tiempo, se encuentran ocupados en dichas cosas. Piensen, ¿cómo pueden acercarse a su Padre Celestial si están constantemente preocupados con sus problemas terrenales?
Ustedes se interesan por miles de cosas innecesarias que existen en su mundo. El noventa y nueve por ciento de su tiempo, se encuentran ocupados en dichas cosas. Piensen, ¿cómo pueden acercarse a su Padre Celestial si están constantemente preocupados con sus problemas terrenales?
Incluso aunque crean que están sirviendo a Dios, vayan a la
iglesia, oren, sigan los preceptos de la iglesia, y con todo ello, no centran
tanto su pensamiento en Dios como en lo que los demás piensen sobre ustedes
sobre como se ven en la iglesia, cómo ven a las demás personas a su alrededor.
Cuando tengo la oportunidad de estar presente en la iglesia
durante un servicio, y no puedo estar presente en cada uno de los servicios, me
sorprenden los pensamientos que escucho y los sentimientos que percibo. Ustedes
saben que es muy raro encontrar sentimientos realmente puros entre la gente.
Generalmente, ustedes entran a la iglesia para resolver sus
problemas terrenales, de modo que ustedes puedan vivir la vida en mejores
condiciones y que tanto ustedes como sus allegados puedan tener una mejor
salud. Pero algunas veces, incluso llegan a desear el mal a otras personas que
conocen.
Continúan resolviendo sus asuntos mundanos aquí, en la
iglesia. No piensan en Dios. Cuando se acercan al altar junto a mi imagen, solo
es para pedir la solución a sus carencias en la vida terrena. Piensen en mis
palabras.
A ustedes les parece que yo hablo en parábolas; no entienden
lo que quiero decir. Estoy hablando de lo mismo que expuse hace 2000 años.
Trato de hacerles entender que es necesario pensar en vuestra alma, en vuestra
relación con Dios y, sobre todo, con el Dios dentro de vosotros. Les enseñé
acerca de buscar la soledad para comunicarse con Dios durante sus oraciones y
condené la hipocresía.
Me rebelé en contra de las reglas establecidas y propendí
para que pensaran en el espíritu. Ahora, hablo de lo mismo. Nada debe
interesarles excepto su relación con Dios. Cuando ustedes le buscan con el fin
de hallar el significado de la vida y empezar a enseñar esto a otros, ustedes
no llegan a Dios, están apartándose de El.
Solo cuando encuentran una total satisfacción en la comunicación con Dios al interior vuestro y no
Solo cuando encuentran una total satisfacción en la comunicación con Dios al interior vuestro y no
tienen que compartir este quieto gozo con alguien más,
porque se sienten totalmente satisfechos y felices consigo mismos, solo
entonces es cuando encuentran a su Dios verdadero.
Yo soy tocado observándoles en dichos momentos y ustedes
empiezan a sentir mi Presencia Yo estoy siempre a vuestro lado. Pero su estado
de conciencia y su preocupación por los asuntos cotidianos nos separan. ¡Aspiro
a nuestra comunicación!
Son muy raros los momentos cuando me dirijo a entablar una
conversación directa con alguno de ustedes. Soy muy feliz durante esos
momentos. Estoy muy consciente del hecho que cualquier persona que ha tenido
esta experiencia de contacto directo conmigo, nunca podrá seguir llevando la
misma vida que cualquier otro. Buscará la soledad y la conversación interna
conmigo. Y no podrá imaginarse a sí mismo y a su vida sin esta comunicación. Esta
gozosa y serena quietud que dicha persona exuda en su vida es mejor que
cualquier sermón u homilía. Dicha persona es un ejemplo viviente de unidad
conmigo y con Dios, quien mora dentro de ella.
Los más fervientes y devotos cristianos han logrado esta unidad
interna en la quietud de sus corazones. Mientras que existen otros que tratan
de representar la serenidad, el amor y la gracia. Pero una sola mirada a ellos
basta para definir el grado de hipocresía y aislamiento.
Me gustaría que encontrasen el regalo del discernimiento en su corazón y pudiesen identificar a todos los lobos con piel de oveja, sin importar cuan hermosas puedan parecer sus palabras y lo que puedan emanar. Parece que mucha gente hace cosas buenas, hablan de Dios, van a la iglesia, pero en sus corazones están más alejadas de mí que aquellos que no hacen alarde de su fe pero cumplen con los mandamientos del Padre en sus corazones.
Me gustaría que encontrasen el regalo del discernimiento en su corazón y pudiesen identificar a todos los lobos con piel de oveja, sin importar cuan hermosas puedan parecer sus palabras y lo que puedan emanar. Parece que mucha gente hace cosas buenas, hablan de Dios, van a la iglesia, pero en sus corazones están más alejadas de mí que aquellos que no hacen alarde de su fe pero cumplen con los mandamientos del Padre en sus corazones.
Hoy he venido a recordarles sobre aquella Enseñanza que les
ofrecí hace 2000 años y que sigue siendo importante y relevante hoy. Deseo
recordarles que fui crucificado por la Enseñanza que sembré en sus corazones.
Si llegase hoy a predicar de nuevo, sería sometido a la misma persecución de
los escribas y fariseos que están en la iglesia. Hay sacerdotes genuinos pero también
hay muchos falsos. Esta es la razón por la cual deseo que ustedes puedan
diferenciarlos y no condenar a la iglesia como a una u otra enseñanza. La
enseñanza correcta puede desviarse en forma errónea, en ciertos corazones
humanos impuros. Pero esto no significa que la enseñanza sea errónea.
Primero que todo, busquen a Dios en su interior, dentro de su corazón. Cuando logren una armonía interna con Dios, no volverán a temer a los lobos con piel de oveja o a los pseudo pastores.
Primero que todo, busquen a Dios en su interior, dentro de su corazón. Cuando logren una armonía interna con Dios, no volverán a temer a los lobos con piel de oveja o a los pseudo pastores.
Me complace haberles compartido hoy y recordarles sobre la
Enseñanza que les ofrecí anteriormente y con la cual retorno de nuevo a través
de esta mensajera.
YO SOY Jesús
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