miércoles, 9 de julio de 2014

El Descenso de los Santos Inocentes Sobre la Tierra - Parte II

Habla El Amado Maestro Ascendido Lanto



Así, amados seres, comenzó un gran peregrinaje que ha continuado hasta hoy. Así salieron del Corazón del Cielo, hijos e hijas del Más Alto Dios Viviente, muchos de quienes están ahora aprisionados en formas que son mucho, mucho menor que la Perfección que deberían expresar. ¿No creen que toda esta invalorable energía y vida investidas en ustedes y en otros fueron para algún gran destino? Entonces, ¿pueden no ser agradecidos a los Dioses Padres que los crearon, a los Espíritus Guardianes y la Hueste Angélica que los han protegido, a los Elementales que han sostenido la vida en vuestros cuerpos, así como también a aquellos Miembros de la Gran Hermandad Blanca que han permanecido como voluntarios, en exilios de las glorias del Nirvana, hasta que ustedes pudieran encontrar el Sendero de regreso a CASA.

Estos amorosos seres, (los Santos Inocentes), llegaron a nuestra hermosa Tierra, usando la Conciencia “YO SOY”, y tomando vida original sostuvieron la Copa de sus mentes elevadas hacia su propia Presencia “YO SOY”, recibiendo la Voluntad de Dios en forma de ideas. Luego ellos fueron capaces de moldear estas ideas dentro de patrones definidos colmándolas con sentimientos de Amor. Usando el cuerpo de carne las externalizaron en el mundo de apariencia física mediante el Poder de la Precipitación. Construyeron en la Tierra como lo habían hecho en el Cielo. La Primera Edad Dorada manifestó los mismos Templos, la misma exquisita Perfección que estos seres habían conocido a Niveles Internos de Conciencia. No hubo uno en ese Ciclo Terreno que no completara el curso de evolución en perfecta armonía.

El Segundo y Tercer Ciclos fueron iguales. Luego aparecieron los seres del Cuarto Ciclo. En el uso de la Conciencia “YO SOY”, la actividad natural de cada día era sintonizarse con la Presencia “YO SOY”, PORQUE EL SER EXTERNO Y LA PRESENCIA “YO SOY” ERAN UNO. Como cada individuo se sintonizaba con su propia Presencia, las Divinas Ideas para ese día fluían dentro de su mente. Así eran tantas las magnificentes ideas vertidas en un día, que el ser externo no podía cumplimentarlas a todas, pero elegía aquellas ideas que podían ser de la mayor bendición para el Universo, y así  CADA DÍA EL SER EXTERNO ESTABA EN LOS NEGOCIOS DEL PADRE. Era todo muy hermoso.

Luego llegó la Conciencia HUMANA – esa en la cual vivimos hoy, y que debe ser redimida y transmutada hacia el SER “YO SOY” nuevamente.


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