martes, 26 de julio de 2011

Antídotos para el fanatismo



Por Elizabeth Clare Prophet
Una presentación dada el 13 de Febrero de 1998
Día del Amor y la Amistad. Conferencia dada en el World Trade Center Hotel Marriot



Mientras celebramos el Amor, me gustaría que cada uno de nosotros venga a expandir nuestra capacidad de dar amor y de dar hasta que nos duela, como Madre Teresa dijo justo antes de ir al cielo.
Cada vez que nosotros queremos ir más arriba en la espiral de amor, debemos identificar al enemigo del amor en esa vuelta de la espiral y purgar las fuerzas del antiamor. El enemigo del amor es el fanatismo y lo pueden experimentar dentro de su propio ser.
El fanatismo esta en la raíz del terrorismo y la inestabilidad política actual y a un nivel personal esto puede ser la raíz de la inestabilidad espiritual.

Cuando vemos un patrón de fanatismo a nivel mundial, debemos parar y preguntarnos a nosotros mismos: ¿están algunas de estas tendencias reflejadas en mí?, ¿soy yo en alguna forma fanático, crítico, inflexible o sin corazón?
La tradición mística Judía de la Kabala enseña que cada uno de nosotros contribuye individualmente a la condición del mundo. Momento a momento nosotros aligeremos la carga de negatividad en el planeta o la aumentamos.
Busque en su alma y pregúntese a sí mismo: ¿soy un fanático? Cada uno de nosotros  necesita saber esto  a través del mundo entero. De acuerdo al diccionario, fanatismo es la tendencia a ser indulgente en nociones salvajes y extravagantes, especialmente en asuntos religiosos. Un fanático es  caracterizado, influenciado o impulsado por el entusiasmo excesivo y equivocado.

El fanatismo puede ser sutil. Algunas veces no reconocemos las diferencias del fanatismo que se disfrazan como un sentido de rectitud o injusticia, o un sentido de desesperación o terquedad. Algunas de los signos reveladores del fanatismo son rigidez, fragilidad, resistencia al cambio, defensivo, resentimiento, ira, miedo, odio, disgusto y el no perdonar.
Cuando nosotros vemos esta lista de las señales reveladoras del fanatismo, necesitamos ir tras ellas, ¿somos fanáticamente irrazonables acerca de algún asunto o tomamos un acercamiento equilibrado?
¿Somos rígidos? ¿Le cerramos la puerta a otros y a sus puntos de vista? ¿Estamos aferrados a nuestra forma de hacer las cosas como la única manera o mantenemos la mente abierta para que podamos aprender algo nuevo de todos aquellos con los que nos encontramos? ¿Nos aferramos a una idea o buscamos soluciones de ganar- ganar en donde todos ganan? ¿Somos capaces de perdonar a otros fácilmente o guardamos resentimientos? ¿Cerramos nuestro corazón o abrimos nuestro corazón en el momento en que otros nos necesitan?
Algunas veces me doy cuenta que sin saberlo estudiantes de los Maestros Ascendidos se vuelven rígidos, ellos están tan agradecidos de haber encontrado las Enseñanza después de años de búsqueda que se vuelven muy entusiastas. En nuestro deseo de hacer bien debemos ser cuidadosos de no llevar las cosas al extremo., siempre debemos actuar desde el centro del corazón y no solo de una idea mental de lo que es correcto o erróneo.
Mientras me preguntaba a mí misma cuáles son los antídotos del fanatismo. Encontré algunas respuestas en la Kabala. La primera clave que encontré es algo a lo que a menudo acudo cuando estoy luchando con un problema en mi alma. Es la enseñanza del Rabino Moses Cordovero de cómo desarrollar los 13 antídotos de la misericordia. Estos 13 atributos les servirán en todo el camino hasta llegar a la casa de Dios si los asimilan dentro de ustedes mismos y dentro de su corazón. 
El Rabino Cordovero dice que así como Dios exhibe las 13 cualidades de misericordia al tratar con nosotros, así nosotros debemos de exhibir estas cualidades con nuestros vecinos. Los 13 atributos de la misericordia son:

1. Pacientemente aguante los insultos y sea bueno con aquellos que le insulten.

2. Pacientemente aguante las maldades hechas por sus vecinos.

3. Perdone el pecado y lave su mancha.

4. Considérese a sí mismo y a su vecino como uno. Siempre deséele lo mejor a su vecino. Nunca diga nada negativo acerca de él y nunca desee verlo sufrir o ser desgraciado. Regocíjese de la buena fortuna de su vecino y conduélase de sus desgracias como si fueran las suyas propias.

5. No este enojado con otros aun cuando ellos sigan pecando.

6. Demuestre misericordia a aquellos quienes le ofenden o le provocan al recordar sus buenas cualidades.

7. No profese resentimiento contra aquellos que le ofenden. Si su vecino se arrepiente de una mala obra, muéstrele un mayor grado de bondad y amor que anteriormente.

8. Siempre recuerde lo bueno que su vecino ha hecho y olvide el mal que ha  hecho.

9. No odie o juzgue a aquellos que sufren. Nunca diga de aquél que está sufriendo “sus sufrimientos son el resultado de sus pecados” sino que tenga compasión de él.

10. Sea verdadero y justo.

11. Vea mas allá de la letra de la ley cuando se está tratando con el bueno y el santo. Debemos escoger como nuestros amigos a aquellos que son buenos y debemos ser extremadamente compasivos y pacientes con ellos.

12. No se comporte cruelmente hacia el malvado o los insulte sino que tenga misericordia de ellos y trate de ayudarlos a mejorar.

13. Recuerde las buenas obras que otros han hecho desde el día de su nacimiento. Cuando alguien no es digno recuerde que hubo una vez, incluso si fue en su infancia cuando no pecó.

Si nos hacemos el hábito de pensar así, dice Cordonero, todos serán dignos de nuestras oraciones y misericordia. Y yo añadiría: evitaríamos la trampa del fanatismo.

El segundo antídoto al fanatismo que la Kabala provee es su enseñanza en el equilibrio. Así como la filosofía China de yin y el yang, la Kabala describe las fuerzas opuestas y complementarias del universo. De un lado hay una fuerza de coacción y juicio llamada Gevurah. De otro lado hay una fuerza de expansión y misericordia llamada Hesed. Estas fuerzas siempre tratan de estar en equilibrio.
Gevurah es el aspecto de Dios que representa poder, fuerza, juicio y justicia. Hesed es el aspecto de Dios que representa amor, misericordia, gracia y amorosa bondad. Juntos Gevurah y Hesed forman un conjunto de moderación y equilibrio en el universo. La justicia de Gevurah evita el flujo ilimitado y excesivo de amor de Hesed. Y Hesed evita la severidad ilimitada de
Gevurah. De acuerdo a la Kabala el mal fue creado cuando una porción de Gevurah se desprendió de Hesed. Esta fuerza renegada de poder es la esencia del mal.
Así como yo lo veo, el fanatismo con esta rigidez y severidad es una sobreabundancia de energía de Gevurah sin la moderación del amor de Hesed. El fanatismo es una falta de equilibrio. Es el poder no moderado por el amor. 
Todos los días debemos esforzarnos para equilibrar las energías de Gevurah y Hesed dentro de nosotros, Así podemos actuar a través del corazón que es el punto del Cristo. Ustedes saben que tan difícil es mantenerse en calma, si ustedes están un poco fuera de equilibrio. Pero cuando ustedes están centrados pueden controlar las energías que se mueven dentro de ustedes para sacarlos fuera de equilibrio. Gautama lo llamo el Camino Medio. 
El equilibrio tiene que ser el lema en nuestras vidas externas e internas, en nuestras acciones, en nuestras oraciones y en nuestros decretos. Cuando oramos y decretamos por alguna situación mundial, no lo podemos hacer con ansiedad, miedo u odio o fanatismo. Debemos deshacernos de la noción que “si sólo decretara lo suficiente a 75 millas por hora llegaré al reino del cielo y en el proceso resolveré todos los problemas del mundo”. 
No importa cuanto decretemos, si todavía tenemos dureza de corazón, si todavía tenemos fanatismo, si no pedimos perdón por  todos los errores que hemos enviado al  universo, vamos a permanecer aquí por mucho, mucho tiempo. Debemos vivir y orar en el tono del amor. Si aun no caminamos sobre la tierra como la encarnación del amor,  no llegaremos a nuestra meta.





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