Arte y alquimia del espiritu

Las artes que enseñamos en nuestros Retiros, son lo que la humanidad sabe y  se enseña en varias escuelas, universidades y salones de clase a un nivel elevado de identificación personal con ese arte, de tal modo que puede florecer en todo vuestro ser, que puede conectáros en una alquimia superior del Espíritu [para] que vosotros mismos podáis ver como nace un mundo nuevo a cada momento con el trabajo conciente, la ciencia del Espíritu asimilada, manifestada y realizada por medio de vuestro trabajo, vuestro servicio, vuestra dadivosidad.

Amados, cada uno de vosotros estáis escribiendo con un punzón desde la corriente de vuestra conciencia  sobre el akasha. Permitiríais que vuestras interpretaciones sean hermosas, limpias, fragantes? Si es así, entonces concebid la naturaleza del amor con la dadivosidad de vuestro corazón en todo lo que ofrecéis. Permitid que sea infundida con la totalidad de vuestra conciencia unida a vuestra Fuente Solar. Si, El Gran Director Divino me ha pedido hablaros este día, porque estamos entrando en una Era de Amor que es nueva, que está siendo bendecida por las ofrendas de muchos seres cósmicos quienes han venido a atestiguar la transformación de la Tierra en esta hora, en estos sagrados momentos de tiempo y oportunidad. 

Cuando cada uno de vosotros se convierta en un completo artesano, entonces la Era de Cristal de Oro aparecerá sobre la Tierra. Pero no podéis relegarla a otro ser u otro tiempo de oportunidad para conectar el cosmos en los fuegos de la cocreatividad del Espíritu y en vez de esperar que esta nueva Era aparezca de la nada. Ciertamente la responsabilidad es vuestra, el hacer de nuevo esta Tierra perfecta, queridos corazones. Cómo lo váis a hacer? Es vuestra elección. Cómo va a suceder? Es vuestra responsabilidad y cada uno de vosotros es responsable ante vuestra Presencia de entender la naturaleza del amor en este proceso. Sóis vuestros propios jueces. Y nadie más puede tomar vuestra vida, vuestro espíritu, plenamente, a menos que vosotros se lo permitáis por medio de actos inconcientes de autoengaño e intransigencia.