Se ha dicho que durante ese tiempo, comenzó en la Tierra la creación animal (criaturas imperfectas), y que no había creaciones animales en las primeras Edades Doradas. Es debido a la mala calificación de la energía de parte de la humanidad que esos animales tienen naturaleza destructiva y son malvados. Ellos asumen sobre sí estas radiaciones impuras, y esta misma acción es la causa de las plagas, así como del crecimiento de los hongos y de plantas venenosas y distorsionadas. Los animales son seres elementales que funcionan en cuerpos, la mayoría de ellos con espina dorsal horizontal en vez de vertical y radiaciones desagradables. Los seres de los cuatro elementos fueron creados por Seres Cósmicos. Su naturaleza es imitar, reflejar o asumir lo que ven y convertirse en esa forma. Claro está, en el principio eso sólo producía Perfección cuando no había imperfección ni distorsión en las formas. Por eso, cuando la humanidad comenzó a generar estas cualidades humanas, los seres de los elementos, al mirarlas, también comenzaron a proyectarlas. Por medio de ese proceso, muchos de ellos fueron kármicamente atados a ciertas corrientes de vida. Algunos de estos individuos se convirtieron en lo que se denomina “ magos negros ”, y deliberadamente compelían a los seres de los elementos a asumir y habitar en formas/cuerpos animales de modo que pudieron sostener sus focos entre la humanidad de la Tierra. De esa manera, los animales fueron usados como guerreros contra la humanidad, especialmente contra quienes deseaban progresar en la Luz. Recuerden que los seres de los elementos hicieron el voto de servir a la vida individuos con la Llama Triple en sus corazones. Hubo un tiempo en que los susodichos magos negros tuvieron escuelas. Hubo una de tales escuelas antes del hundimiento de Mu, donde unos trescientos de ellos se congregaron en una cueva (una ciudad) en los Andes, en Sudamérica (la cual aún permanece allí). Ellos crearon diversas formas animales de la sustancia en la atmósfera, las cuales fueron calificadas con discordia, y forzaron a los seres elementales a habitar dentro de ellas. Sin embargo, la Luz es siempre más poderosa, y hay una acción de la gran Ley de que cuando las fuerzas destructivas alcanzan cierto punto, la Ley se encarga. Esto se hace a través de los Seres Ascendidos y Cósmicos. De esa manera, la escuela fue disuelta y nunca más se volvió a permitir la existencia de tales focos o acciones. La vida es extremadamente generosa y amable, y siempre da la oportunidad de corregir un error. Cuando este foco o escuela fue disuelto, a los magos negros se les dio la oportunidad de retirar sus creaciones destructivas incluyendo sus creaciones animales pero rehusaron hacerlo. De allí que los animales hayan permanecido como tales hasta hoy. Muchos magos negros y corrientes de vida han pasado a través de la llamada segunda muerte y algunas de sus creaciones continúan existiendo y operando. Algo de redención ha tenido lugar por medio del amor de la humanidad y a través de eso, los animales han sido domesticados. Los animales tienen centros ganglionares y cuerpos emocionales, no así la vida vegetal. Es la energía de vida la que late en el corazón de los animales, no una Llama individualizada de Dios como es el caso en la humanidad. Dentro del corazón de esos elementales aprisionados está el patrón de lo que ellos una vez fueron y están por convertirse otra vez.
Las almas-grupo son la combinación consciente de cada especie con un Ángel Deva que se ha ofrecido como Inteligencia Directriz y guardián, el cual sostiene el concepto de perfección para cada uno. La mayoría de los que se ofrecen a prestar este servicio son Ángeles. La vida elemental en forma animal desarrolló gruesas pieles, cuernos, pezuñas, conchas y escamas como una protección, un mecanismo de defensa contra las corrientes de maldad que sentían en la atmósfera a su alrededor. La vida vegetal desarrolló espinas, venenos y pesadas cortezas por la misma razón. El cactus es una distorsión de la vida vegetal, causada por la inarmonía y muchas cualidades humanas. Estas actividades de protección desaparecerán a medida que la humanidad, la naturaleza y todo sobre la Tierra vuelva a ser armonioso, y los sentimientos discordantes sean reemplazados por amor. Toda la vida animal tiene que ser redimida, y eso se hará mediante el amor que vendrá mayormente a través de la Hueste Angélica. El pulpo fue una vez un ser radiante; en lugar de esos brazos habían rayos de luz. La ostra fue un bello pequeño ser de pureza, un foco de la Diosa de la Pureza, y esa es la razón de que existan perlas allí hoy, lo cual es un remanente de tal acción. Los microbios, insectos, los bichos y gérmenes que causan enfermedades son sólo formas condensadas de pensamiento; están compuestas de las cualidades discordantes generadas por la humanidad. Los pájaros entran bajo otra acción. Estos fueron creados por los Maestros Ascendidos como mensajeros para la humanidad. No obstante, algunos han asumido cualidades humanas lo cual explica sus actividades destructivas. La lealtad animal a su dueño bien puede atribuirse al hecho de que es un ser elemental. Mucha gente hoy está muy ligada a los animales debido a deudas kármicas. La humanidad en general ama a los animales, lo cual esta bien y es bueno; pero está adherida a ellos por medio del cuerpo emocional. Incluso esto, no es liberación y debe ser corregido. Los animales tienen que ser redimidos de estas fuerzas y condiciones en las cuales funcionan y entrar de nuevo a su estado natural de existencia y progreso en evolución. Algunos animales antiguos que se han extinguido, evidentemente fueron redimidos. Cuando se mata a un animal, la carne registra miedo y eso es absorbido dentro del cuerpo emocional de quienes la comen. Las razones para no comer carne y no usar sueros deberían ser evidentes. También debería evitarse el uso del alcohol, los narcóticos y el tabaco. Es bien conocido que un Maestro puede estar en medio de animales salvajes; lo que ocurre es que la radiación proveniente del Maestro transmuta esas cualidades en el animal. Usualmente, poco después de eso, ocurre algo que deja salir la vida de esa forma, liberándola, debido a que fue redimida.
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