Para nosotros no es tanto que debamos mirar a los más
elevados estados de gloria, o a los “sucesos”, para comprender la Conciencia
Crístico-Búdica (no obstante que ellos son maravillosos cuando ocurren). En
cambio, miren los relajados, armoniosos, equilibrados momentos cuando la mente
externa no está necesariamente
comprometida con las “cosas espirituales” ni aún cuando la voluntad
externa está tratando de ser espiritual. La Conciencia Crístico-Búdica puede
sólo pasar a través del plano tridimensional cuando toda la voluntad externa,
aún la voluntad externa para hacer el bien, es puesta a un lado o elevada a
Dios. “Permite que Tu Voluntad sea hecha en y a través de mi ahora” debiera ser
un constante canto en vuestros labios y conciencias para crear este sentimiento
de liberación hacia la más alta
voluntad.
Si no dejan a un lado todo, y hasta la voluntad externa de
hacer el bien, Dios puede ir a través de ustedes sólo en la forma que ustedes
han decidido hacer el bien (son Divina Voluntad).Permitan a Dios decidir la
Voluntad Divina y les será revelada. Y aquí tenemos la Gracia escuchante que
siempre nos impulsa para estar en ese estado. Además de ser este el único
camino al Hogar es también mucho más relajante que el esfuerzo de la voluntad
externa… y el esfuerzo que llega por la necesidad de defender la voluntad
externa. La Divina Voluntad no necesita defensa. Este es el estado de no existencia...
de volver la otra mejilla, porque “lo que se resiste persistirá”. Ustedes sólo
se resisten a algo si no está de acuerdo con vuestra voluntad externa.
Nuevamente, la Divina Voluntad no necesita justificación. Así, déjenla ir y
vuélvanla sobre la Única Universal Conciencia. Este por tanto es el proceso de desarrollar la
Conciencia Crístico-Búdica… continuamente haciendo de ustedes mismos un canal
para la Divina Voluntad. Y cuando puedan unir esto con una profunda y constante
verdad en la Única Universal Conciencia, esto se vuelve un muy natural retorno
que permite lo Divino a través de cada cuestión a mano… las palabras, los
pensamientos, los sentimientos y el suceder actual. Algunos de ustedes han
estado practicando esto por eones y algunos están muy cerca de esta aspiración.
Nadie sabe con que aliento llegará definitivamente a la Conciencia
Crístico-Búdica.
A través de los años a ustedes se les han dado muchas
propuestas para alcanzar la Divina Conciencia mientras estaban aún en encarnación:
Dejen ir y Permítanle a Dios, permanezcan en un estado de gracia escuchante,
permitan que la Vida llegue a través de ustedes sin recalificarla, usen el
Sagrado Fuego de Purificación, siempre miren al Cristo interno, sólo para
nombrar unas pocas. Desearía que percibieran hoy que estos no son métodos
separados sino parte del mismo proceso. En vuestra revisión de las enseñanzas,
vean por ustedes mismos cómo, siempre, en todo ha sido acentuado el mismo
desarrollo, el mismo proceso de desarrollar la divinidad interna.
Cuando Yo sugiero la expresión “sin esfuerzo” de la
Conciencia Crístico/Búdica, lo que quiero decir es que ustedes no pueden
desearlo por ustedes mismos a través del esfuerzo externo. De hecho el único
“esfuerzo” necesario es el de dejar ir toda voluntad externa. ¡Sí, debería ser
(y es)! un profundo deseo y compromiso de vuestra parte para ser la Única
Universal Conciencia. Pero este deseo y compromiso no se profundizan ni crecen
fuertes a través del esfuerzo de la voluntad humana, sino más bien a través de
dejar ir hacia la Voluntad Superior. Esta es la verdadera libertad y este es el
único puente hacia la Nueva Era.
Es la rebelión de los vehículos internos la que parece
requerir el esfuerzo de la voluntad humana pero como hemos sido aconsejados “no
peleen con vuestra alma, más bien transmútenla”. Este es el regalo de la Nueva
Era en pocas palabras.
Cada día más bien que preguntar: ¿cómo me está tratando la
vida?, pregunten continuamente ¿cómo estoy tratando a la vida? Y entonces
habrán puesto el escenario sólo como un conducto, un canal de Pura Fuerza de
Vida. Y cuando puedan continuamente permitir a la Pura Fuerza de Vida ir a
través de la no recalificación o consciente calificación con perfección, allí
tienen la Conciencia Divina, el natural y armonioso Estado Divino, sin
esfuerzos.
Luego la importancia de “cómo me está tratando la vida”
desaparece, las circunstancias de vida,
el karma retornante, etc., tienen mucho menos impacto, porque vuestra
atención está sólo en “cómo yo estoy tratando a la vida”. Luego no importa si
la gente a vuestro alrededor reconoce vuestro desarrollo o no. Cuando descubran
la libertad en dejar ir hacia la Divina Voluntad no dejen que las apariencias o
ilusiones externas los traben, ni permitan nada que los desanime. Aún en plena
libertad, permanezcan conscientes de dejar ir hacia la Divina Voluntad… pero
será mucho más fácil, porque habrán aceptado completamente la Unicidad de toda
vida y de la Divina Universal Conciencia.
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