Comiencen este viaje comenzando a centrarse… prepárense a
realizar un maravilloso viaje, un sagrado pasaje desde el plano físico de este
tiempo y espacio hasta los planos internos del Espíritu Divino. Inspiren amados
seres… y suavemente exhalen. Siéntense derechos con los pies apoyados sobre el
piso. Permitan que las manos descansen suavemente sobre el regazo… Inspiren
nuevamente… y fácilmente liberen el aliento…
Visualícense vestidos con una poderosa armadura de Llama
Azul, envueltos en un aura resplandeciente de siempre expandiente seguridad y
certidumbre… Ahora están rodeados por un invencible campo de fuerza de
protección. Desde este foco pueden revisar vuestra vida como un observador
objetivo… Ahora pídanle a vuestro Ser Superior que empuje hasta la superficie
de la mente conciente cada experiencia individual, conocida y desconocida, que
de alguna manera esté impiendo el logro de vuestro más elevado bien.
Inspiren… y exhalen… Nuevamente inspiren… y lentamente
exhalen. Continúen con este confortante
y relajador patrón respiratorio mientras permiten que la música los lleve
profundamente dentro del Gran, Gran Silencio…
Tomen otra profunda inspiración de limpieza…
Ahora
suavemente liberen el aliento…
Visualícense rodeados amorosamente por un
magnífico pilar de Luz Violeta – en frente, detrás, a ambos lados, arriba y
debajo de ustedes.
Con todas y cada respiración que realizan se intensifica
este potente poder de purificación, sanación y transformación.
Permitan que
este magnífico medio espiritual los asista fácilmente y sin esfuerzos para
liberar todo lo que no necesitan más en la vida porque resplandeciendo en, a
través y alrededor de los cuatro vehículos inferiores – físico, etérico, mental
y emocional – está el pleno poder de la Llama Violeta Transmutadora.
Esta Luz
desde el mismo Corazón de Dios transmuta al instante todos los pensamientos,
palabras, acciones, sentimientos y memorias de regreso a su original
perfección… ¡y ustedes están en perfecta Paz!
Mientras esta información sale a la superficie, déjenla ir
sin esfuerzo, sin emoción, sin dolor y sin miedo…hacia el Fuego Violeta.
¡Simplemente experimenten esta energía negativa siendo transmutada de regreso
hacia la Luz y ámenla LIBRE!
Ahora están calmos… Están plenamente relajados… Están
completamente cómodos mientras la conciencia se expande, y comienzan a flotar
totalmente libres de todo lo que los sujeta a este plano físico de existencia…
Despréndanse de cualquier forma de compromiso intelectual que tengan con la
mente. Permitan que la atención se vuelva vasta, amplia, abierta y clara. En
este espacio todas las clases de cosas van y vienen – numerosos pensamientos,
sentimientos fortuitos, incontables sensaciones físicas.
No focalicen la atención en ninguno de ellas, nada ha sido
aún materializado… El universo aún no ha comenzado a manifestarse físicamente…
Ni ustedes ni ninguna otra corriente de vida todavía han nacido… El propio
tiempo aún no ha comenzado… Lo que encuentran aquí es completa y absoluta
libertad de todas y cualquier limitación y son agradecidos… En respuesta a esta
ilimitada independencia y absoluta propia determinación, de inmediato sienten
cómo se expande la Luz de vuestra propia Divina Presencia y colma todo vuestro
ser.
Ella habla suavemente, primero se dirige al cuerpo
emocional:
“¡Yo los colmo con la Libertad del Perdón y el Amor!
¡Aquiétense y
sepan que YO SOY en ustedes y ustedes son en mí!”…
Luego a la mente:
“Yo los
bendigo con la Luz del Entendimiento nacido de la Llama de Reverencia por toda
Vida. Tomen mi Fe y Devoción y estén en Paz”…
Al cuerpo etérico:
“Yo redimo
vuestro pasado con la Llama de mi Vida. ¡Miren y discernirán la necesidad de
toda experiencia – porque este sendero los ha conducido hasta mi puerta!
Acepten mi gratitud y aquiétense”…
Y finalmente al cuerpo físico: “Yo los amo y
los bendigo por vuestro desinteresado servicio al reflejar la plenitud de
vuestra divinidad.
Ahora eleven los ojos hacia mí y permítanme continuar siendo
vuestro patrón de perfección.
Yo los amo, los bendigo y les doy las gracias por
ser” (Pausa)
Tomen una profunda y suave inspiración… y lentamente
exhalen. Es ahora tiempo de retornar la atención al plano físico de existencia.
Con este entendimiento el cuero cabelludo comienza a estremecerse levemente y
sienten una cálida luz dorada resplandeciendo a vuestro alrededor envolviendo
la cabeza.
Continuando con la rítmica inspiración y exhalación sienten que esta
cálida y resplandeciente luz va desde el cuello hacia abajo… los hombros,
brazos y manos…
Ahora sienten vuestra conexión con la Madre Tierra…
Tomen el
tiempo que necesiten.
No hay necesidad de apurarse.
Disfruten de esta
experiencia tanto tiempo como lo deseen.
Y cuando estén preparados pueden abrir
los ojos.
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