YO SOY Padre Pio.
HE venido a ustedes a través de esta
mensajera. Tal vez mi nombre sea desconocido para muchos de ustedes.
Yo viví en Europa en el último siglo, y fui un sacerdote de
la Iglesia Católica Romana.
Me volví famoso gracias a los dones recibidos de Espíritu
Santo, pero la mayoría de la gente me conoció debido a los estigmas que cargué
por casi toda mi vida. Multitudes llegaban a las misas que celebraba solo para
ver mis estigmas. Yo cargué este peso en mi cuerpo, porque a nivel interno yo
lo tomé para mí mismo. Cargar los estigmas fue un deseo voluntario de mi alma.
Habiendo recibido los estigmas, simultáneamente tomé una parte considerable del
karma mundial sobre mí.
Pertenecí a la Iglesia Católica Romana toda mi vida y serví
a esta iglesia. Después de mi muerte mucha gente me tomó como un modelo de
devoción hacia la Iglesia y obediencia hacia los dogmas y reglas de la Iglesia.
Permanecí todavía en la Iglesia por un largo tiempo, aún
después de que fui despojado del derecho de escuchar confesiones de los
parroquianos. Era la principal parte de mi servicio. Durante las confesiones yo
tomaba sobre mí una parte del karma de aquellas personas a las que escuchaba
para aligerar su carga.
Durante las confesiones también tuve la oportunidad de ver
las verdaderas razones de los problemas que las personas encaraban en su vida,
y les podía dar los exhortos necesarios para sus almas. Mientras que escuchaba
las confesiones no sólo hablaba con la persona que confesaba, también hablaba
con su alma y trataba de hacer lo mejor para aligerar la carga que pesaba sobre
él como el karma de sus acciones pasadas, aunque el término karma no es usado
en la Iglesia Cristiana occidental. Sin embargo, yo fui capaz de ver las
razones de los sufrimientos del alma y hacía lo mejor para aliviar este dolor y
dirigir la mente externa de la gente hacia el camino correcto, permitiendo a
sus almas evadir en el futuro las causas de sus dolores.
Mucha gente me puso como un modelo de humildad de la
jerarquía de la iglesia. Ciertamente, no dejé a la iglesia durante todos esos
largos años mientras que esperaba de regreso mi derecho a escuchar las confesiones.
No me quedé en la iglesia porque hubiera sucumbido a la injusticia dirigida a
mí por las autoridades de la iglesia: no veía ninguna otra forma en la que
pudiera servir activamente a la gente, sino por medio de la Iglesia Católica
Romana. Pero ¿cómo podía oponerme a la decisión de las autoridades de la
iglesia? ¿Era mi lucha? ¿Debí haber empezado a luchar por mi derecho a servir a
la gente?
Creí que era justo que Dios tuviera el derecho de tentarme
de cualquier forma. Y lo hizo a través de las autoridades de la iglesia. Dios
me privó de mi derecho de usar mi don. Fue Dios, no la gente, ellos sólo
ejecutaron Su Voluntad en este caso.
Por lo tanto, la discusión que toma lugar no es acerca de mi
humildad y obediencia a las autoridades de la iglesia y a las leyes de la
iglesia. Es acerca de mi humildad y obediencia a la Voluntad de Dios.
Dios tiene el derecho de privarnos de todas las cosas a las
que estemos apegados, aún si este apego es muy insignificante para probarnos, y
nuestra humildad y devoción a Su Voluntad.
Sólo existen nuestras interrelaciones con Dios – su
interrelación personal con Dios y su interrelación personal con el diablo. Ambos
están dentro de ustedes. Es por esto que no importa a qué religión, grupo religioso
o movimiento religioso pertenezcan. Lo principal es su interrelación personal
con Dios.
Pueden correr de una iglesia a otra, de una religión a otra,
pero no encontrarán paz para su alma hasta que entiendan que tanto Dios como el
diablo están dentro de ustedes. Cualquier religión externa con sus sistemas
externos sólo es de importancia secundaria. Puede ser de ayuda sólo si les
ayuda a resolver sus problemas personales y sus preguntas internas, si les
ayuda a resolver la pregunta principal relacionada con sus interrelaciones con
Dios.
Y siempre deben recordar que, aparte de servidores genuinos,
hay gente en toda iglesia que llega ahí sólo con el propósito de adorar a su
ego. Los servidores genuinos siempre son menos. Pero están en toda iglesia y en
toda religión, porque el poder y la influencia de una iglesia están basados
sólo en la Luz que portan los santos de esta iglesia y esta religión. Si una
iglesia empieza a perseguir a sus santos, está condenada a una muerte lenta,
porque pierde la base sobre la que está fundada.
Así, pueden buscar nuevas religiones y nuevas personas,
ganar conocimiento, pero pueden también permanecer dentro del límite de las
religiones tradicionales e iglesias tradicionales. Esto está determinado no
porque pertenezcan externamente a un movimiento correcto o incorrecto, sino por
su aspiración interna y la búsqueda de la Verdad dentro de ustedes.
Y si sus aspiraciones son sinceras, entonces en cualquier
confesión religiosa siempre conocerán gente cuya vibración sea similar a la
suya, y recibirán de ellos precisamente aquellas cosas que son las más necesarias
para la evolución de su alma en ese momento.
La probabilidad de encontrarse enseñanzas y sectas religiosas
falsas fuera de los límites de la religión oficial es igual a la probabilidad
de encontrarse intérpretes religiosos falsos dentro de religiones antiguas de
valor comprobado.
Es con sus vibraciones y energías que atraen situaciones de
la vida que se convierten de hecho en pruebas en su camino y de las cuales
deben salir con honor. Así, no se esfuercen en buscar a Dios fuera de ustedes.
Traten de establecer relación con Dios dentro de ustedes. Y ciertamente
encontrarán una persona, no importa si está ordenado o no, que les dará el
conocimiento necesario en su camino.
Aprendan a escuchar a su corazón, aprendan a identificar a los
numerosos lobos con piel de oveja,buscando una oportunidad de tomar posesión de
su alma, tanto dentro de las confesiones tradicionales como fuera de ellas.
Pero no hay garantía de que la persona que encontrarán en su camino fuera de
los límites de la iglesia oficial les dará todas las cosas que necesitan.
Ustedes entran precisamente en aquellas situaciones de vida
que atraen a sí mismos con sus vibraciones. Y si para algunas personas es
necesario salir de los límites de la iglesia tradicional, otros sólo necesitan permanecer
dentro de su estructura. No es porque su iglesia sea muy buena, simplemente
será mejor para el alma inexperta de tal persona permanecer dentro de las
tradiciones de costumbre, permeada del olor a polvo. Esa alma puede enfermarse
con el aire fresco y no resistir las pruebas.
No hay, y no puede haber ningún consejo en común para todos.
Cada hombre está en su propio nivel de desarrollo evolutivo. Así, lo que es
bueno para uno simplemente puede ser fatal para otro.
Me gustaría darles otros consejos para concluir. Nunca se
apuren en tomar para sí mismos cualquier responsabilidad relacionada con
cuestiones financieras en ninguna organización. Nunca firmen ningún documento
externo o ningún acuerdo. Su relación con Dios no puede ser basada en ninguna
responsabilidad externa que los ate hacia alguna iglesia u organización.
Ustedes y sólo ustedes pueden decidir cuánto dinero o qué
propiedad pueden sacrificar a cualquier organización o iglesia. Ninguna de las
organizaciones en el plano físico puede hacerlos tomar responsabilidades
financieras para su manutención.
Para encontrar su camino a Dios no necesitan pertenecer a
ninguna organización externa. Probablemente puedan necesitar una organización
externa si quieren seguir en la vida los principios directivos Divinos, de acuerdo
con la ley del país en el que viven. De todas formas, no es obligatorio que la
organización sea religiosa.
Esta puede ser cualquier organización que tenga la intención
de introducir los principios directivos Divinos en cualquier esfera de su vida:
criar hijos, cuidar a los ancianos y personas sin hogar, salud pública y servicios
médicos, educación y hasta en la empresa. La vida es muy variada, y cada esfera
de la actividad humana necesita estar basada en los principios Divinos más
altos, no en los principios del lucro. Depende sólo de ustedes qué principios
seguirán en la vida mientras crean estas organizaciones. Y a veces, si son
capaces de construir una organización y llevarla de acuerdo a los principios
Divinos más altos, serán de mucho más beneficio que si dedican su vida entera a
orar en un monasterio. Una oración a través de acciones siempre ha sido y
siempre será una de las formas más elevadas de orar.
YO SOY Padre Pio
No hay comentarios:
Publicar un comentario