miércoles, 3 de septiembre de 2014

En sus corazones está la Edad Dorada



¡YO SOY Saint Germain!
No ha pasado mucho tiempo desde nuestro último encuentro. ¿Y qué creen que he estado haciendo todo ese tiempo? He estado observando con cuidado quién de ustedes vendrá y tomará la oportunidad Divina de la charola de oro en la que está.
Les recuerdo que hemos estado hablando acerca de la construcción de la Era Dorada (1). Se necesitaban personas valientes y con determinación, que serían capaces de tomar la responsabilidad de cumplir con los planes de los Maestros.
No puedo evitar reírme recordando lo que tuve oportunidad de ver. Es verdad que la mentalidad y el pensamiento Ruso difieren mucho de los de América. ¿Qué es lo que los Rusos empezaron a hacer? Aquí y allá se apuraron a construir comunidades, casas y asentamientos enteros.
Nadie hizo eso en occidente. Ni siquiera pensaron en qué forma iba a funcionar eso. No han hecho ningún plan.
Y ¿cómo piensan que trabajarán bajo la dirección de los Maestros Ascendidos y cumplir sus planes si ni siquiera han tenido cuidado de poner atención a la principal condición que se encuentra entre la oportunidad Divina y ustedes?, esto es, pasar por las pruebas necesarias para estar seguros de que actúan para los Maestros, servir a los Maestros y que no están satisfaciendo necedades e intereses de su ego.
Nadie pensó seriamente en el problema de cómo serían capaces de cumplir los planes de los Maestros sin tener méritos.
Créanme a mí y a mi experiencia: nada funcionará hasta que entren en consonancia interna con el mundo Divino. La Era Dorada no debe ser construida fuera de ustedes. La Era Dorada debe ser cultivada primero que todo dentro de ustedes, en el interior de su ser. Para hacer eso es necesario cambiar su conciencia.
Es necesario cambiar su esencia interna. Y lo que está en el exterior seguirá obedientemente lo que está en su interior.
Muchas veces dimos la Enseñanza de que este mundo es sólo el reflejo de su conciencia. Y cada vez que empiezan a hacer algo, olvidan esa simple verdad. Ciertamente, necesitamos guerreros del espíritu, ascetas que estén listos a dedicar toda su vida al servicio de la humanidad de la Tierra y la Gran Hermandad Blanca. ¿Por qué piensan que tenemos que construir un número definido de casas y asentamientos?
No piensen en las cosas externas. Piensen en las cualidades de su alma. Las cosas externas tomarán su lugar solas si las pepitas de oro en su interior brillan impregnando su aura con el color dorado del entendimiento.
Venimos a dar nuestra Enseñanza y observamos con atención cómo la usan en la práctica. Y a veces les parece que es mejor no hacer nada que hacerlo de la manera en que ustedes lo hacen. Debería haber una división entre el trabajo que hacen en ustedes mismos y el trabajo externo. La prioridad debería darse al trabajo interno en todos los casos. ¿No es suficiente para ustedes la experiencia de su pasado socialista? Decidieron ahora que es necesario construir algo otra vez como en aquel tiempo: cambiar el curso de los ríos, llenar las reservas del estado y construir gigantes industriales.
¡No profanen la gran idea! Deténganse a pensar. Primero que todo, tienen que sentarse en su silla y aprender las bases de la Ley Divina. Deben entrar a los aposentos de los Maestros Ascendidos y tomar todos los cursos necesarios para su educación. Primero que todo, deben de deshacerse de la ignorancia y de la confianza sin fundamento. No son ustedes los que construirán la Era Dorada. Los Maestros construirán la Era Dorada. Y ustedes sólo servirán como las manos y pies de los Maestros. Y el resultado de su construcción primero que todo se manifestará en la adquisición de virtudes como la humildad, la obediencia y la determinación.
Disfrutan siendo los pioneros? ¡Excelente! Prueben que dentro de ustedes están listos para ese papel.
Desháganse del egoísmo decrépito. Adquieran la consonancia con los Maestros. Si, al menos traten de llegar a un acuerdo con la mensajera. Es interesante que muchos de nuestros discípulos que no tuvieron éxito, fueron los que se apuraron a construir las comunidades. No tienen que construir sino regresar a las primeras formas y otra vez sentarse en su escritorio porque no aprendieron las bases de la Comunidad. Lo que ustedes creen que significa una comunidad no tiene nada que ver con lo que en realidad es. Yo les pondría una calificación muy baja por su trabajo!
Muchos constructores de los tiempos socialistas los han dejado muy atrás en su conciencia. Esto es porque ellos verdaderamente trabajaron por el Bien Común y estaban dedicados por completo a la idea. Y ustedes están dedicados a su ego y a la satisfacción de sus intereses.
Como pueden ver, en todos los tiempos ha habido gente que ha tenido logros espirituales, aún en el tiempo que fue asociado a la ausencia de Dios.
Dios usa cualquier condición, cualquier sistema social y cualquier circunstancia para que puedan desarrollarse. Sus almas pudieron desarrollarse. Y las cualidades de los caballeros están disponibles para que ustedes las puedan desarrollar en estos días. ¿Dónde están los verdaderos caballeros que están listos para sacrificar sus vidas por las damas? Y no me digan que han cambiado los tiempos. El espíritu de la caballerosidad, la habilidad de sacrificarse por el bien de su patria, nunca ha desaparecido. Valentía, coraje, audacia, devoción, honor y dignidad, ¿por qué han olvidado esas cualidades del espíritu?
Es necesario buscar meticulosamente esas cualidades en sus almas, porque las necesitarán en el futuro más cercano. Las pruebas de conocimiento del trabajo de los grandes iniciados pueden sustituir los torneos. Pero no de aquellos iniciados que se autoproclaman de esa manera y que realizan seminarios por dinero, sino de aquellos iniciados cuyos nombres han quedado en los anales de la historia: Pitágoras, Orígenes, Confucio, Sócrates, Lao Tze, Blavatsky…
Al no tener las habilidades para usar la espada del conocimiento, sin controlar el caballo desbocado de su ego, no se convertirán en los caballeros de la Palabra de todos los tiempos.
No tengan miedo de fallar, no tengan miedo de cometer errores. Sigan nuestras instrucciones, todas las bases del Camino ya se han establecido, todas las vueltas han sido marcadas y hasta las partes peligrosas del Camino se han identificado.
Sólo la gente totalmente perezosa y sin talento no será capaz de cumplir con las tareas que vienen. ¡Caballeros del Espíritu! Deben hacer cosas valiosas y no estar acostados en el sofá viendo la televisión.
Levántense y den varios pasos adelante a donde nosotros apuntamos.

¡YO SOY Saint Germain!


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