El Maestro HIMALAYA tiene su Templo de la Sabiduría y de la
Paz Iluminada llamado de Santuario del Loto Azul en las cordilleras del
Himalaya. El nombre Himalaya deriva del bindi hima = Nieve + laya = montaña. El
Himalaya (o Himalayas) es una cordillera asiática que separa el subcontinente
indiano del grande territorio tibetano (ahora parte de la China) en el norte.
Maestro Himalaya
encaminó la cuarta raza raíz a la Tierra y en cuanto halla un remaneciente de
aquel tiempo todavía aquí en la Tierra, El permanecerá también.
Desde los picos más altos del Himalaya, constantemente
nevados, se traducen las enseñanzas para las montañas de la Cordillera de los
Andes, en América del Sur, adonde tiene su Templo el Maestro Meru que trabaja
en el Rayo Rosado del Amor. Muchos de nosotros ya convivimos con El en las
tierras asiáticas, y ahora estamos nuevamente en la Tierra entrando en la
sintonía del Rayo Dorado. El Santuario de la Flor de Loto Azul es una Fuente de
Irradiación de Sabiduría Cósmica y adonde podemos encontrar PAZ como lo
deseamos otra vez en este planeta.
Por muchas encarnaciones visitamos este Grandioso Santuario
queriendo desarrollar los conocimientos y nuestra Luz. Buscamos, aunque no lo
tengamos consciente, encontrar otra vez el Paraíso y si practicamos con firmeza
las enseñanzas de los Maestros Ascendidos de la Luz lo encontraremos más
rápidamente.
Dice el Maestro Himalaya: Amados Discípulos: para encontrar
la Paz deben entrar en el centro del corazón y sentir la energía que vibra
adentro de el y que se eleva en la dirección de Dios, YO SOY, Fuente de toda la
vida. Precisarán de mucha paciencia y fuerza de voluntad para poder pasar los
tiempos que se aproximan, y todavía ayudar otras personas a trillar el camino.
Pueden venir a mi santuario para recibir el bálsamo sanador que les tirará
todos los dolores que son propios de quien se encuentra en este planeta Tierra
y precisa salir de la oscuridad. hagan diariamente las meditaciones,
mentalizando un Gran Rayo Dorado subiendo desde la base de la columna vertebral
en dirección al centro de la cabeza. Repitan esto varias veces sintiendo la Luz
Dorada corriendo por la columna vertebral. Confíen en Mí y en todos mis
Hermanos de la Luz! Sabemos conducirlos por el camino de la Ascensión. Son
todos, Amados Discípulos que eligieron hacer el Camino, protegidos y bendecidos
por los Ascendidos Ángeles y Maestros. Continúen con la dedicación al
Crecimiento y Evolución del Planeta Tierra!
La leyenda del Loto Azul
El loto siempre fue una planta misteriosa y sagrada,
considerada como el símbolo del universo. En todo Egipto es usada para ilustrar
papiros y monumentos. En India ocupa un lugar divino ya que se dice que el
huevo de oro del cual nació Brahma es llamado de Loto Celestial. Lakshmi,
esposa de Vishnu, flota sobre un loto blanco, y Buda, Señor del Universo, es
representado sentado sobre un loto abierto. En India el loto generalmente es de
color dorado pero entre los budistas del norte el mismo es azul.
Cuenta una leyenda que existió en India un rey que descendía
del Sol. El se consideraba el mejor de los adoradores de Dios, pero se sentía
humillado y castigado por no haber tenido hijos hombres. Todas las mañanas el
se lamentaba en sus oraciones hasta que un día su fiel consejero lo orientó a
que hiciera un voto para Dios: Si El le enviase dos o más hijos, el rey
prometería sacrificar el más viejo en una ceremonia pública. Así el Rey tuvo un
hijo e en seguida el otro. El más viejo y heredero de la corona, era llamado de
'el Rojo' y su sobrenombre era 'el que fue ofrecido'. El pequeño creció y se
transformó en un Príncipe inteligente y egoísta. Cuando llegó a la edad del
sacrificio, Dios llamó el Rey y se lo recordó. Pero el Rey inventando cada vez
más disculpas, no cumplía su palabra, lo que hizo con que Dios se enojase mucho
y amenazó el Rey.
Pero en cuanto las vacas sagradas estaban bien, el Rey no
llevó en cuenta la cólera Divina. Cuando las vacas y el dinero comenzó a
faltar, el Rey tuvo que llamar el primogénito y le contó de la promesa que
había hecho. Pero el hijo se negó a cumplir la palabra del padre, que sería
matarlo en sacrificio en la plaza en ofrecimiento a Dios. E aunque las fogueras
estaban encendidas y las personas esperaban por el, el Príncipe no apareció. Se
escapó para los bosques cercanos porque sabía que allí vivían los eremitas y
los hombres santos y nadie podría invadirlos.
El se quedó en los bosques por muchos años y pensaba que podría
hacer para dejar a Dios Varuna feliz encontrando un substituto que fuera hijo
de un rey, y salió a buscarlo. Encontrou um homem e sua familia casi muriéndose
de hambre, y astutamente contó su historia y ofreció cien vacas en cambio del
hijo para que este fuera imolado para Dios. Pero el virtuoso padre se negó a
conceder el hijo a cambio de alimentos. El dulce hijo se ofreció por cuenta
propia para que con su vida salvara la vida de su familia. El padre lloró 'un
mar de lágrimas' pero consintió frente al sublime pedido de devoción y entrega,
y fué a encender la pira para el sacrificio.
Cerca de allí estava Lakshmi-Padma (loto blanco) bañándose
en el lago, Ella escuchó la oferta del hijo del anciano; vió el dolor del
padre, y llena de amor y compasión mandó que viniera uno de los hijos del Dios
Brhama, le contó la historia y El le prometió ayuda. Así, El se acercó del
muchacho y le enseñó los Mantras Sagrados que deberían ser rezados en el fuego.
El altar fue preparado cerca del lago y las personas fueron
llegando para el sacreficio. El hijo fue atado y perfumado y cuando lleno de
dolor el padre levanta el facón, mientras su hijo cantaba los mantras. el facón
entra en su pecho. Entonces, Indra, el Dios Azul del cielo, desciende de los
cielos y envuelve todo en una nube azul espesa, apagó las llamas de la pira,
desató el muchacho y derrama luz azul e dorada por todo el lugar. Las personas
presentes, asustadas, se arrodillaran con miedo. Cuando volvieron a levantarse,
todo estaba distinto. Ya no había nube y el fuefo se reacendió solo, y en el
lugar del hajo, había un animal que no era nadie más que el Príncipe que se
había escapado cuando era jóven, quemando por su maldad.
A pocos metros, sobre los lotos, dormía el pobre muchacho y
en el lugar en que el facón había cortado su pobre corazón brotó un bellísimo
loto azul, y todos los lotos blancos del lago se habína transformados en lotos
azules.
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