miércoles, 28 de abril de 2010

El Rayo de la Curación


  MAESTRO HILARIÓN


El  Maestro Hilarión es el Director del Quinto Rayo, su Retiro Etérico es el Templo de la Ciencia y la Curación situado sobre la Isla de Creta en Grecia. El color de la Llama es Verde Chino, sus características son Verdad y Curación. La Lave Tonal es Tocata y Fuga en re menor de Johann Sebastián Bach.

 
   RAYO VERDE




  
Para estudiar y trabajar con el Rayo Verde necesitamos desarrollar todas las capacidades que tiene el Rayo. La enfermedad es una cosa que existe, aunque no le demos  poder y la tratemos como una apariencia,   hay gente que necesita ser ayudada,  ya que es víctima de esto y se siente atrapada. Nosotros mismos a veces no estamos perfectamente saludables y
necesitamos salir de esta apariencia rápidamente, recobrar el estado de armonía y salud perfecta.
Necesitamos saber hacer tratamientos, y como hacerlos eficaces, ya sea para nosotros mismos,  algún miembro de la familia, o para  ayudar, simplemente,  a cualquier persona que necesite por  tener alguna dolencia que puede  obedecer a muchas índoles. Quienes son médicos llevan una cierta ventaja sobre los demás, porque
han desarrollado una línea de conocimiento, lo cual les sirve como una gran base de apoyo.

Pero aunque no seamos médicos, no podemos decir que el Rayo Verde no es para nosotros, ya que no está prohibido para nadie; sin embargo, no podemos abrir un consultorio, porque no sería legal.
Como así tampoco prescribir una receta, eso queda dentro del ámbito de quienes estudian y se reciben en la Facultad de Medicina.En éste, nuestro camino, sería bueno que a quien le guste avanzara por medio de los estudios universitarios; de no seguir esa línea, de cualquier manera se necesita algún tipo de conocimiento, como el que está contenido en el libro Un Manual Sobre Curación, del Maestro Hilarión, para poder ser de utilidad cuando alguien lo necesite o cuando la ocasión se presente.
Es muy importante tener en cuenta que una cosa es leer el libro, otra es llegar a comprender lo que se está leyendo; y otra muy distinta es ponerlo en práctica y que dé resultado

  TOMAR CONCIENCIA 



 El Maestro Hilarión nos dice que éste es un conocimiento básico, es decir: el primer escalón, aquél en el cual nos encontramos en este momento.
Continúa  diciendo el Maestro que el hombre en su búsqueda de la
curación tarde o temprano movido por la necesidad que proviene a causa de la enfermedad,  se volcará a una fuente de poder y  entendimiento más allá de la conciencia humana.
Reflexionando acerca del significado de lo que es la conciencia humana, pensemos que nosotros mismos somos esa conciencia, no debemos atribuírselo a algo que proviene del más allá, ajeno a nosotros.  En mis años de estar en la enseñanza, cada vez que se ha mencionado la frase más allá, he visto que los alumnos tienden a pensar en un fantasma que se cierne suspendido en el aire.
Indudablemente, se debe procurar entender eso que proviene del más allá, de lo contrario, se tiende a adoptar la misma conducta de quien va a un curandero, o a que le tiren las cartas, ya que está a la espera de algo sobrenatural, del más allá.
Vamos a ver a lo que se está refiriendo con eso de una conciencia, una fuente de poder y entendimiento más allá de la conciencia humana.
Podríamos comenzar por saber que es la conciencia humana. Primero diría que poseemos una conciencia, la conciencia humana esa que compartimos todos nosotros, la cual tiene la capacidad de comprender. 

El Maestro Hilarión hace referencia a la posición ventajosa  que
Ellos poseen en los Reinos Superiores , la cual nosotros desconocemos, y que les permite ver las fuerzas que están en juego, creando nuestra necesidad. Es decir, nos encontramos caminando rumbo a un precipicio, lo cual es muy agotador para todos, y en consecuencia nos lanzamos a la búsqueda de aquello que pueda poner freno a esa locura de la humanidad que está causando las enfermedades, provocando la aparición de nuevas dolencias, o el resurgimiento de alguna antigua, y así sucesivamente se van acumulando las apariencias.
Es en este punto donde la conciencia humana debe detenerse un instante y reflexionar acerca de lo que está ocurriendo, para darse cuenta de que hay un hecho que viene repitiéndose: ciertas enfermedades que ya habían desaparecido, vuelven a brotar.
Tan pronto como se termina de descubrir una vacuna para curar una enfermedad, aparece una nueva dolencia y por lo tanto se debe esperar a que se recorra el largo camino científico otros ochenta a cien años (en la actualidad, quizás menos)  hasta que se dé con una nueva fórmula que la pueda detener y que goce de aceptación por parte de las organizaciones internacionales. Frente a esto, la conciencia humana desea poner a fin a esas apariencias supuestamente mortales que nos rodean, quiere iluminarse al respecto de cómo terminar con esa situación, sin tener que esperar que todo venga del más allá, ya que la enfermedad la padece la humanidad, no el más allá.



 

 EL CURADOR

Dice el Maestro Hilarión: La Curación tendrá  mucho que ver
con la habilidad del Curador.
El Curador puede ser cualquiera de nosotros. Del curador va a depender mucho el resultado, para poder recrear en el paciente lo que el curador sabe o siente.
Mucha gente eleva sus oraciones a la Madre María es algo que siempre se observa en las iglesias , se dirige a los lugares donde Ella hizo apariciones, o donde hay una gran fuerza de curación, y muchos salen curados de esos sitios, lo cual es maravilloso. Pero en ese caso, es Ella quien realizó la curación, ya que es quién ha descubierto, debido a su elevado conocimiento, cómo provocar la curación, la limpieza, como si fuera una basurita que está sobre la mesa, y sencillamente la quita de allí. En ese caso nosotros somos quienes tenemos la basurita sobre la mesa, y no la vemos.
El propósito de estas clases es presentar este conocimiento para
despertar en nosotros los pacientes una reorientación de nuestra mente hacia algún punto en donde la curación nos provoque un cambio y nos transforme en curadores.
El maestro Hilarión dice: Me gustaría recordarles la máxima de la
Gran Hermandad Blanca : Saber, Osar, Hacer y Callar.

SABER: hay mucho para estudiar, ya que nunca se puede ser curador en la ignorancia. Detrás de todo curador hay una sabiduría.  Quien se transforma en curador es aquel que se dedica a adquirir el Saber, una actividad que no termina nunca, no tienen límites.

OSAR: es decir, animarse; ya sea con un familiar, un amigo, o uno mismo.Ser osado.

CALLAR: no hay que estar vendiendo la actividad de curación que estemos realizando, con propagandas baratas de carteles que anuncien que se cura tal o cual enfermedad. Hay algunos avisos que se ven que son verdaderamente risibles: Venga, cúrese ya mismo.
Los médicos prestan un juramento de ética profesional, y de allí que uno nunca va a ver avisos de una clínica u hospital que digan: Centro de Traumatología. Vente, te enyesamos, con el mejor yeso. Por lo tanto, hay que CALLAR.

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