Queridos Seres:
Llego hoy para inundar vuestros seres y mundos con la
alegría del perdón encarnada dentro del corazón del Sagrado Fuego Violeta. Es
mi deseo que experimenten esta alegría. ¡Cierren los ojos, y abran las puertas
del corazón! ¡Como mi regalo, dirijo la Sagrada Llama desde el Corazón de la
Creación para hacerla resplandecer en vuestros seres y mundos! ¡Usen el aliento
del Espíritu Santo para atraerla! ¡Inspiren y exhalen! Permitan que esta Luz
desde el Corazón del Gran Sol Central ilumine y revele la alegría dentro de
ustedes, así como la salida del sol en la mañana despierta a la tierra,
moviendo la fuerza de vida de toda la naturaleza sostenida en ella.
Sientan la libertad en cada célula y átomo de vuestros
seres. Con el Santo Aliento, dirijan la llama hacia el perímetro de vuestras
cuatro vestimentas, colmando vuestra aura y toda la atmósfera alrededor. ¡Ahora
todo vuestro mundo está colmado con este gozo!
¡Si pudiesen ahora sólo ver la radiación en este santuario!
Está resplandeciendo con Fuego Violeta, y esa llama no puede ser contenida
dentro de estas paredes. Se está moviendo en olas y olas de Luz. Los ángeles
están asistiendo, y mientras lo hacen, les pido que permitan que este elixir
fluya a través de ustedes, permaneciendo en el Santo de los Santos en el centro
de vuestros seres, mientras les hablo hoy.
Mientras caminan a través del mundo de forma, buscamos
siempre enseñarles y guiarlos hacia la iluminación que buscan. Es tan
importante que sepan la Verdad, en su forma más elevada y simple. La Verdad
pura es siempre simple, habiéndosele despojada todo lo que pudiera distraer al
buscador de su pureza.
Cuando elevan la conciencia buscando entendimiento e
iluminación, nuestras manos alcanzan las vuestras, en hermandad y amistad. Los
atraemos hacia nosotros, y los bendecimos con la plenitud de la Luz desde la
Mente y el Corazón de Dios. Ustedes, a su vez, se dan estos regalos en amistad
unos a otros y a los hermanos y hermanas en la familia del hombre. Quizá,
entonces, esta sea la definición más simple del perdón: Es dar la Luz de Dios,
a cambio de la ilusión de humana conciencia. Esto es lo que nosotros hacemos
por ustedes, y esto es lo que ustedes deben hacer uno con otro, con lo mejor de
vuestra habilidad.
¡Cuando el regalo del perdón es dado con alegría, es dado
con entendimiento y compasión! De esta forma, es posible lograr una verdadera
sanación de naturaleza duradera. ¡Una vez que el concepto del perdón es
entendido y aceptado en toda su maravillosa simplicidad, la alegría es el
resultado natural y la sanación está asegurada! Recuerden que toda sanación se
mueve desde lo interno hacia lo externo. Cuando el purificado estado de
conciencia está en orden, debe aparecer la manifestación.
¡Como con todos los regalos de Dios, el perdón, la alegría y
la sanación deben ser aceptados para uno mismo, antes que ellos puedan ser
dados a otros! ¡Muchos de ustedes están encontrando que esto es mucho más fácil
decirlo que hacerlo, mientras se esfuerzan por vivir de acuerdo con la verdad
que conocen!
El Maestro Jesús les dijo que deben volverse como un pequeño
niño para entrar al reino de los cielos. Esto, como toda Verdad, es una muy
simple declaración, y fácilmente entendida. Sin embargo, ¿han considerado las
implicancias de esta Verdad en vuestra propia experiencia de vida? ¡Amados
chelas, ponderen esto cuidadosamente, porque dentro de la conciencia de un niño
puede ser encontrada la plenitud de la Luz de Dios!
¿En qué forma la conciencia de un niño prepara a una
corriente de vida para sintonizarse con el Reino de Dios? Edades tras edades,
Yo he caminado con los niños de este mundo. Los he mantenido y nutrido,
animando y reforzando sus espíritus en preparación para su eventual exposición
a la conciencia de las masas. ¡Amados chelas, la conciencia de un niño es pura
y libre, liberada de la ilusión y el miedo! La conciencia de un niño es
confiada y honesta, y me esfuerzo con todo lo que YO SOY para proteger esa
conciencia, mientras los nuevos niños se preparan para la iniciación conocida
como encarnación.
Muchos de ustedes han tenido ocasión de ver el rostro de un
niño cuando ha sido temporariamente separado de sus padres. Cuando el niño se
da cuenta que esa separación ha tenido lugar, inmediatamente mira a su
alrededor buscando a sus padres. ¡Ninguna tarea es más importante en ese
momento, que estar reunido con su madre o su padre! Cuando los encuentra, todo
temor y confusión desaparecen, reemplazados por la completa alegría y
confianza. Sostenido en el abrazo de sus padres, el niño está en paz.
Toda corriente de vida encarnada experimenta momentos en que
la ilusión parece ser más fuerte y más real que la Verdad. Todos tienen
momentos de confusión, cuando es difícil determinar el próximo paso a tomar. En
estos momentos, hay sólo una pregunta que importa, porque en la respuesta a
esta cuestión pueden ser encontradas las respuestas a todas las preguntas que
la mente humana pueda inventar. Esta pregunta es, simplemente: “¿Amado Cristo,
dónde están mi padre y mi madre?” Cuando hacen esa pregunta, queridos seres, la
respuesta aparece de inmediato: “¡Amado hijo, YO SOY aquí! ¡YO ESTOY aquí!”
¡Cuando buscan los brazos de vuestra Madre, están envueltos
en la vibración del Espíritu Santo! Aquí, la incertidumbre y el miedo son
reemplazados por el confort y el amor, y la conciencia está preparada para
reconocer y aceptar la Verdad.
¡Cuando buscan el rostro de vuestro Padre en todas las
circunstancias, al instante viajan en conciencia hasta la mente de Dios! Dentro
de la mente de Dios, todas las ilusiones son transmutadas y disueltas, todas
las preguntas son contestadas y toda la Verdad es revelada.
No hay situación en el mundo de forma, que vuestra Divina
Madre y el Santo Padre no estén preparados para compartir a través de vuestro
Cristo Interno. Cuando buscan la Presencia de Dios YO SOY interior, ustedes son
elevados en vibración sobre toda demostración de discordia. ¡Así al cambiar
vuestra visión, se moverán entre vuestros hermanos y hermanas, vestidos en
vestiduras de Verdad y Paz, cargando silenciosamente los regalos de alegría,
perdón y sanación en vuestras manos!
Cuando recientemente les hablé, les pedí que me permitieran
nutrir al niño que vive en ustedes, vuestro verdadero Cristo niño. Les pedí que
me permitieran tomar a ese niño en mis propios brazos. YO SOY agradecida que me
hayan permitido ese honor, porque tal es mi razón de ser. Ahora, amados chelas,
les pido que le acuerden este honor a vuestra propia Presencia YO SOY. Cada
noche, mientras se preparan para ir a dormir, liberen toda pena y tensión, y
vuélvanse nuevamente el puro y perfecto niño que son. Vean a vuestra Presencia
YO SOY llegar en amor, y elevar a ese niño hasta Su pecho. Reclinen vuestra
cabeza sobre el seno de vuestra Presencia YO SOY, y respiren al ritmo del
latido del corazón de la Divinidad. ¡Pueda vuestra Alegría ser completa, amados
seres, porque el Reino de Dios es vuestro!
Amorosamente.
YO SOY Kwan Yin
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