" . . .Una de las mayores bendiciones que pueda llegarle a un individuo
encarnado es el re-despertar del sentido divino y del asombro candoroso que
tantos tuvieron en manifestación muy al principio de su vida. Me gustaría
decir, al respecto, que hay almas actualmente encarnadas en la Tierra en las
cuales el patrón kármico de su corriente de vida ha sido tan desolado y rebelde
que ya desde niños manifiestan un odio provocador y virulento. Es posible que
los hombres deploren las manifestaciones de estos rebeldes, pero es necesario
recordar, como punto de mitigación de la vida en la Tierra que estos individuos
han estado separados del planeta y de las evoluciones de la vida del planeta
durante incontables generaciones, esperando la dispensación de una oportunidad
para reencarnar.
Es verdad que hubo cierta acción
definida de castigo en esta larga separación, pero también es verdad que no han
podido resolver en una medida sustancial su karma mientras esperaban para
reencarnar. Estas almas entonces, con toda su bullente rebelión, su
resentimiento y su miseria que ellas mismas se buscaron, necesitan de una
cierta cantidad de comprensión por parte de los devotos de la verdad que les
proporcione alguna oportunidad y un entendimiento de la bondad del universo.
Se ha dicho que cualquier cosa que el
hombre reparta le será devuelta de nuevo, pero también se ha dicho: "Su
misericordia es eterna". Por lo tanto,
mientras estos individuos tendrán, en la vida mundana, muchas oportunidades de
enfrentarse al torrente de rebeldía que ellos mismos han creado y que han
convertido en su morada, de nosotros depende comprenderlos y concederles, aun
como parte de nuestra propia disciplina, misericordia y gracia crísticas en
alguna medida. Las energías groseras que operan en estos individuos deben ser
vigiladas con cautela, quienes trabajan con ellos deben en todo momento cuidar
de protegerse con el poder de la luz, contra las corrientes encontradas de la
agresión humana y de las energías oscuras que despliegan estos individuos.
He incluido este tema en mis Actas sobre la Ascensión debido a que uno de
los problemas de la disciplina espiritual necesaria para alcanzar la ascensión
es la tendencia de los individuos –después de haber manifestado gran
autocontrol gracias a su contacto con las disciplinas de los Maestros
Ascendidos- a volverse demasiado indiferentes e insensibles a las condiciones
de los mortales, que deben enfrentar ciertamente hasta que no haya sonado la
última trompeta.
Hemos visto numerosos casos en que los
individuos han realizado todos los rituales necesarios y todas las disciplinas
espirituales que requiere la ley para poder merecer la ascensión en la luz. En
ese momento, por el trato desprevenido con algún individuo, crean un patrón
kármico que impide el progreso de su ascensión para el equilibrio de toda esa
encarnación, siendo necesario que regresen a la pantalla de la vida
contrariamente a sus propios deseos.
Deseo por ello, señalar que aun un acto
de indiferencia justificada frente a un individuo puede a veces constituir un
impedimento. Naturalmente, debéis ser sumamente precavidos y no permitir que
vuestras energías se mezclen con ninguna parte de la vida de una manera
dispendiosa o desprovista de propósito . . .
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