Las criaturas evolucionadas en los cuatro reinos de la
Tierra, Aire, Fuego y Agua, son llamadas por los cabalistas gnomos, silfos,
salamandras y ondinas. Se les puede denominar como fuerzas de la naturaleza y pueden
actuar tanto como agentes serviles de la ley general como pueden ser usados por
los espíritus desencarnados, ya sean puros o impuros, y por adeptos vivos de la
magia y la brujería, para producir resultados fenoménicos deseados. Estos seres
nunca se convierten en hombres. Bajo la denominación general de hadas y
duendes, estos espíritus de los elementos aparecen en el mito, fábula,
tradición o poesía de todas las naciones, antiguas o modernas. Sus nombres son incontables…
Han sido visto, temidos, bendecidos, prohibidos e invocados en todos los puntos
del globo y en todas las épocas. ¿Vamos a aceptar entonces que todos los que los
han visto tenían alucinaciones?
Estos elementales son los agentes principales de espíritus
desencarnados pero nunca visibles en las secciones y los agentes de todos los
fenómenos excepto los subjetivos.
Esta creación de Vida por el Sol es tan continua como su
luz; nada la detiene ni la limita. A su alrededor, como un ejército de
satélites, se hallan innumerables coros de genios. Estos moran en la proximidad
de los Inmortales y desde allí vigilan las cosas humanas. Cumplen la voluntad
de los Dioses (Karma) a través de tormentas, tempestades, incendios y
terremotos; también con hambre y guerras como castigo de la impiedad… Es el sol
quien preserva y alimenta a todas las criaturas; e incluso tal como el mundo
Ideal, que envuelve el mundo Perceptible llena a este último con la plenitud y
universal variedad de formas, así también el Sol, envolviéndolo todo en su luz lleva
a cabo en todas partes el nacimiento y desarrollo de las criaturas.. Bajo sus
órdenes está el coro de genios, o mejor dicho los genios, pues son muchos y
diversos y su número corresponde al de las estrellas.
Cada estrella tiene sus genios, buenos y malos por naturaleza,
o mejor dicho por su intervención, pues la intervención es la esencia de los
genios...Todos estos genios presiden los asuntos mundanos sacuden y derrocan la
constitución de los estados y de los individuos, imprimen su imagen en nuestra
alma, están presentes en nuestros nervios, en nuestra médula, nuestras venas,
nuestras arterias y en la misma sustancia de nuestro cerebro… En el momento en
que cada uno de nosotros recibe la vida y el ser, los genios (Elementales) que
presiden los nacimientos y están clasificados por encima de los poderes
astrales (Espíritus Súper humanos astrales) nos toman a su cargo. Cambian
perpetuamente, no son siempre idénticos Esto nos da una idea de la intervención,
total de los Elementales no sólo a nivel planetario sino muy íntimamente en
nuestra constitución.
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